Llegó a España para destronar a IKEA y lo está consiguiendo: sin laberintos y precios bajísimos
JYSK se empande en España confirmando su éxito frente a otras tiendas

El nombre de JYSK parece que se consolida en España, ya que comienza a aparecer cada vez con más fuerza en las conversaciones sobre decoración y muebles baratos. Ya no se trata de una marca desconocida, sino que podemos decir que es una cadena que ha crecido en España de forma sorprendentemente rápida gracias a su variedad de producto y precios bajísimos, y que empieza a ocupar un hueco propio en un mercado dominado tradicionalmente por IKEA. La compañía danesa suma ya 172 tiendas entre España y Portugal, con 28 aperturas sólo durante el último año, y una facturación que ya roza los 221 millones de euros. Y lo más llamativo es que no ha necesitado replicar el modelo sueco para llegar hasta aquí.
En un momento en el que los consumidores buscan proximidad, rapidez y precios bajísimos, JYSK ha encontrado un espacio que parecía desatendido. Mientras firmas como IKEA mantiene grandes templos comerciales a las afueras de las ciudades, la danesa ha decidido colarse en el día a día con tiendas más pequeñas, fáciles de visitar y ubicadas en zonas donde no hay grandes centros de muebles. Ese planteamiento rompe la idea de que hace falta una megatienda para obtener variedad y, sobre todo, convierte la compra de decoración en algo espontáneo, sin citas previas ni coches llenos de cajas. Esta diferencia de enfoque explica por qué se habla tanto de JYSK últimamente y por qué su nombre aparece cada vez que se analiza el consumo de hogar en España. Y lo hace desde lugares como medianas ciudades, capitales de provincia, barrios con alto movimiento comercial y entornos donde la compra impulsiva tiene más fuerza que nunca.
La tienda que arrasa en España con precios bajísimos
Si algo diferencia a JYSK de otras muchas tiendas de muebles, es que en este caso no hay laberintos ni pasillos interminables. El recorrido está pensado para entrar, ver, decidir y marcharse sin la sensación de pasar más tiempo de la cuenta. Esa simplicidad es parte de su estrategia: tiendas de 1.000 a 1.500 metros, catálogos más manejables y precios bajísimos, y de hecho, por debajo de la media del sector. Todo orientado a que la visita sea rápida y útil, algo que hoy muchos clientes buscan para renovar pequeños rincones de la casa sin complicaciones.
A diferencia de IKEA, que convierte cada visita en un recorrido completo por cocinas, salones o dormitorios, JYSK permite compras mucho más parciales: textiles, pequeños muebles, estanterías, sillas, accesorios nórdicos y decoración que cambia según temporada. Y aunque sus productos no abarcan todas las gamas, sí responden a una necesidad muy concreta: renovar sin desembolsos grandes y sin desplazamientos largos.
También ha sabido vender con acierto el concepto de hygge danés, ese estilo acogedor y sencillo que funciona muy bien visualmente y que se ha instalado en el imaginario decorativo de los últimos años. Es un estilo que se adapta bien a pisos pequeños, a presupuestos ajustados y al tipo de consumidor que busca detalles antes que grandes reformas.
Una expansión que no se detiene
El crecimiento de JYSK no se entiende sólo por su modelo de tienda, sino por su estrategia territorial. Su reciente apertura en Calatayud ilustra bien ese patrón: ciudades donde la oferta de mobiliario no está saturada, donde aún existe espacio para cadenas medianas y donde la logística permite abastecer de forma eficiente. Cada nueva apertura viene acompañada de empleo local y de un aumento de su visibilidad, especialmente en zonas donde IKEA no opera.
Además, en pocos años ha invertido millones en la península para fortalecer su red, creando más de 250 empleos directos y adaptando sus aperturas a la demanda real de cada zona. No está intentando competir en volumen, sino en cercanía.
El macrocentro logístico que cambiará su presencia en España
La construcción del nuevo centro logístico en Almenara (Castellón) marca un salto mucho mayor de lo que parece. Sus 274.000 metros cuadrados, la inversión de 300 millones y la capacidad para más de 182.000 palets convertirán a este complejo en el eje de distribución para España, Portugal y Marruecos a partir de 2028. Con esta infraestructura, la marca aspira a reducir costes, acortar tiempos de entrega y preparar el terreno para llegar al objetivo de las 300 tiendas en la península.
¿Puede JYSK mantener este ritmo?
La duda está en si este modelo hiper distribuido puede sostenerse a largo plazo. Abrir tiendas muy próximas puede terminar restando ventas entre ellas, y ese riesgo siempre está presente cuando la capilaridad es uno de los pilares del negocio. Pero, por ahora, España sigue teniendo un amplio margen para este tipo de cadenas: hay ciudades medianas sin operadores potentes, zonas comerciales con capacidad de crecimiento y un consumidor cada vez más receptivo a compras rápidas y económicas.
Mientras tanto, la comparación con IKEA sigue marcando titulares. Y aunque la facturación de los suecos sigue siendo inalcanzable ( 1.986 millones frente a los 221 millones de JYSK), lo cierto es que la danesa ya ha logrado lo más difícil: convertirse en su alternativa real sin necesidad de parecerse a ellos.