Con una inflación de dos dígitos

Los jubilados ya dedican el 40% de su pensión a hacer la compra y pagar la luz por el alza de precios

plan de pensiones
Los planes de pensiones españoles, a la cola de Europa.

Ser jubilado en España es cada vez más difícil. La subida de precios de la luz o los alimentos, derivada de la espiral inflacionista de los últimos meses, no va al mismo ritmo que el alza de la pensión, por lo que el esfuerzo económico que deben hacer los españoles que ya se han retirado es cada vez mayor. En concreto, para llenar la nevera, los jubilados con una pensión media destinan cerca de 400 euros, mientras que la factura de la luz ya supera los 115 euros, por lo que pagar ambas cosas se come el 40% de la prestación.

Más concretamente, los jubilados que reciben la pensión media -que en marzo ascendió a los 1.255 euros, según los últimos datos de la Seguridad Social- gastan al mes 380 euros en comprar alimentos, es decir, más de un 30% de su paga mensual. Un porcentaje que no ha parado de crecer en los últimos meses como consecuencia del encarecimiento generalizado de los alimentos y de la electricidad. El panorama es aún peor si se compara la situación de un jubilado español con un pensionista de Francia o Italia. Mientras en España un jubilado destina el 30% de su pensión a llenar la despensa, un francés o un italiano que se haya retirado sólo gasta en comida el 14% de su pensión, es decir, la mitad que en España, según los analistas de Picodi.

De esta forma, los jubilados tienen que empezar a reducir sus cestas de la compra para poder llegar a fin de mes. Y es que, no sólo se encarecen los alimentos: la factura de la luz se ha disparado tanto, que es prohibitiva para millones de pensionistas. Tal como constata la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la factura media del usuario con tarifa regulada PVPC en julio de 2022 se situó en 115,27 euros. De esta forma, en pagar los alimentos y las facturas, los jubilados destinan el 39% de su pensión.

Más de 750.000 hogares, en riesgo

Las distintas medidas que ha llevado a cabo el Ejecutivo de Pedro Sánchez no han conseguido que los españoles no paren de perder poder adquisitivo. Según los últimos datos de la consultora Kantar, el 4% de los hogares en España no pueden hacer frente al encarecimiento de algunos productos de la cesta de la compra básicos en la alimentación, lo que recuerda mucho a las penurias vividas durante la posguerra.

Este mismo viernes se ha conocido el dato de la inflación del mes de julio, que se ha situado en el 10,8%, lo que supone un alza del 0,8% en comparación con el mes anterior. Y es que, tras un periodo en el que la energía y los carburantes aupaban los datos de IPC, en los últimos meses los alimentos frescos han sido los principales protagonistas de este aumento de precios.

Una problemática que, teniendo en cuenta los 18,7 millones de hogares que hay en España -según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)- afecta a más de 750.000 familias en nuestro país, que ven como cada mes, al calor de los récords históricos del IPC, no pueden hacer frente a las subidas de precios de productos como el pan, las legumbres, la carne o la leche. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado que la cesta de la compra ha subido de media en el último año un 15,2% y ha estimado que estos incrementos provocarán un sobrecoste de más 830 euros al año para una familia media.

 

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