Indra y Scytl-Vector son las empresas preseleccionadas por Interior para el escrutinio del 10N
Indra y Scytl-Vector son las dos empresas preseleccionadas por el Ministerio de Interior para el escrutinio de las elecciones del próximo 10 de noviembre. Sin embargo, fuentes conocedoras aseguran a OKDIARIO que será la empresa que lidera Fernando Abril-Martorell quien se llevará el gato al agua, aunque desde Interior señalan que, pese a la polémica levantada por Scytl en las únicas elecciones que escrutó, todo está en el aire a la espera de la mejor oferta.
«Indra y la UTE Scytl-Vector son las dos empresas dentro del acuerdo marco para la posterior contratación de los servicios necesarios para llevar a cabo la obtención y difusión del escrutinio provisional de resultados», reconocen a OKDIARIO fuentes de Interior, que recuerdan que este acuerdo es un mecanismo de control que «permite asegurarse previamente de que las empresas cumplan todos los requisitos técnicos y de seguridad a la hora de contratar estos servicios». Por lo tanto,» sería una de las dos quien podría ocuparse de la difusión del escrutinio provisional del 10-N», confirman las mismas fuentes.
Polémica Scytl
Tras casi 40 años, Indra no se llevó el concurso para las elecciones del 26-M, dando el relevo a la citada Scytl, que levantó mucha polémica con los problemas con los simulacros previos, la escasa información ofrecida a los representantes de la Administración, el lento proceso de transmisión y la confusa presentación de los resultados provisionales.
Además, el Ministerio del Interior otorgó a la UTE encabezada por Scytl el recuento de aquellas elecciones pese a que su ‘rival’, Indra, ofrecía más detalle sobre su sistema de escrutinio. La adjudicataria final sacó además una peor puntuación en la valoración del diseño del plan de formación de los representantes de la Administración, delegaciones y subdelegaciones del Gobierno y Juntas electorales, según los documentos a los que ha tenido acceso OKDIARIO.
De hecho, Indra logró mejor calificación que Scytl en la valoración técnica -es decir, las condiciones exigidas para cumplir con las mejores garantías con el objeto de contratación- logrando 29,8 puntos (sobre 30) frente a 23,9. El criterio final, por tanto, dependió del precio: Indra se ofreció a hacer el recuento por 10,8 millones y Scytl lo rebajó hasta los 8,7. Interior resolvió la adjudicación a su favor, considerando que era «la oferta más ventajosa para el interés público».