Golpe a los jubilados: adiós a cobrar la pensión a partir del 31 de marzo si no haces esto
El 31 de marzo es la fecha límite para los jubilados que reciben pensiones no contributivas para presentar un documento que determinará si seguirán o no recibiendo su pensión. Se trata de la declaración de ingresos, un requisito obligatorio para los pensionistas del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) que cobran pensiones no contributivas. Estas pensiones están dirigidas a personas que no han cotizado lo suficiente y, por lo tanto, no pueden acceder a una pensión contributiva.
A través de esta declaración, los beneficiarios deben confirmar que sus ingresos están por debajo del límite establecido, el cual en 2025 asciende a 7.905,80 euros anuales. Si no se presenta la documentación correspondiente dentro del plazo estipulado, se podría suspender el cobro de la pensión, aunque existe la posibilidad de recuperarla si se entrega la declaración dentro de un periodo de 90 días. Además, de la presentación de la declaración de ingresos, este proceso también incluye la actualización de la información relacionada con los cambios en el domicilio, la situación económica o familiar.
Pensión no contributiva y la declaración de ingresos
Las pensiones no contributivas se basan en los ingresos del solicitante y se otorgan a aquellos que se encuentran por debajo de un determinado umbral económico. En 2025, este umbral es de 7.905,80 euros anuales, lo que equivale a unos 564,70 euros mensuales, distribuidos en 14 pagas al año.
Los beneficiarios deben presentar la declaración anual de ingresos antes del 31 de marzo, ya que el incumplimiento de este plazo puede llevar a la suspensión temporal de la pensión. Si no lo hacen, tienen un plazo máximo de 90 días para regularizar su situación.
Proceso de presentación
El proceso de presentación de la declaración anual de ingresos es sencillo pero hay que prestar atención a una serie de detalles.
Para presentar la declaración anual de ingresos, los pensionistas tienen varias opciones. Una de las formas más sencillas de hacerlo es a través de la Sede Electrónica del IMSERSO, que permite completar y enviar el formulario de manera rápida y segura desde cualquier lugar con acceso a Internet. Para ello, los pensionistas necesitarán su certificado digital, DNI electrónico o una clave personal para realizar el trámite. Por otro lado, tienen la posibilidad presentar el formulario de manera presencial en en las oficinas del IMSERSO o de la Seguridad Social.
Para evitar la pérdida de la pensión, es esencial que los pensionistas se aseguren de cumplir con todos los requisitos establecidos. Esto incluye la presentación de la declaración anual de ingresos antes del 31 de marzo, la notificación de cualquier cambio en la situación personal o económica dentro de los 30 días posteriores a que ocurra el cambio y, en el caso de los pensionistas que viven fuera de España, la presentación del certificado de «Fe de vida». La nueva aplicación «Vivess» facilita la validación de la supervivencia de los pensionistas en el extranjero, lo que contribuye a simplificar el proceso y garantizar que se sigan cumpliendo los requisitos.
Requisitos
Para acceder a las pensiones no contributivas, es necesario cumplir con una serie de requisitos.
En primer lugar, si la persona vive sola, sus ingresos anuales no deben superar los 7.905,80 euros. En el caso de que la persona viva con otros miembros de la familia, además de cumplir con el umbral de ingresos, se tendrá en cuenta la renta de la unidad económica de convivencia. Los límites de estos recursos varían dependiendo del número de personas que vivan en el hogar.
Por ejemplo, si la persona convive sólo con su cónyuge o con familiares de segundo grado, como hermanos o abuelos, el límite de ingresos conjuntos de la unidad económica será de 13.439,86 euros anuales para dos personas, aumentando según el número de convivientes. En el caso de convivir con padres o hijos, los límites son más altos, alcanzando hasta los 75.105,10 euros anuales para una unidad económica de cinco personas.
Además de los requisitos económicos, existen criterios relacionados con la edad y la residencia. Los solicitantes de pensión de jubilación deben tener 65 años o más, haber residido en España o en un país de la Unión Europea durante al menos 10 años, de los cuales dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud. Para los solicitantes de pensión por invalidez, deben tener al menos 18 años y menos de 65 años, haber residido en España o en la UE por un mínimo de cinco años, con dos años consecutivos inmediatamente anteriores a la solicitud.
Finalmente, las personas afectadas por una discapacidad o enfermedad crónica, con un grado igual o superior al 65%, podrán acceder a esta pensión. Si la discapacidad alcanza el 75% y la persona necesita asistencia de otra para realizar actividades básicas de la vida diaria, recibirá un complemento del 50% adicional a la pensión no contributiva. Este conjunto de requisitos asegura que la pensión llegue a aquellos que más lo necesitan, cubriendo una amplia gama de situaciones de vulnerabilidad económica.
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