El Gobierno se guarda la baza de hacer permanente el impuesto a las grandes fortunas
El Gobierno se guarda la baza de hacer permanente el nuevo impuesto a las grandes fortunas. Aunque este se denomina Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, la redacción del texto deja la puerta abierta a que su vigencia se extienda más allá de dos años.
PSOE y Unidas Podemos han incluido en la proposición de ley del nuevo impuesto a la banca y al sector energético una enmienda para añadir un nuevo artículo sobre el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, que grava el patrimonio neto de las personas físicas de cuantía superior a tres millones de euros.
En la enmienda se indica, en el punto 28, que el impuesto «será aplicable en los dos primeros ejercicios en los que se devengue a partir de la fecha de su entrada en vigor». Pero en el punto 23, sobre la ‘Evaluación de los resultados’, se señala que, al término del periodo de vigencia de este impuesto, el Gobierno efectuará una evaluación para valorar los resultados del impuesto y proponer, en su caso, su mantenimiento o supresión».
La posibilidad de que el impuesto a las grandes fortunas haya llegado para quedarse, es una concesión del PSOE a Unidas Podemos, que venía reclamando la permanencia en el tiempo de un gravamen de este tipo.
También desde dentro del PSOE se han escuchado voces cercanas al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, a favor de que el nuevo impuesto sea permanente.
Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, declaró esta semana en una entrevista en Onda Cero que el nuevo impuesto sobre las grandes fortunas debería ser indefinido. «Me gustaría que no fuera temporal, como en otros países», dijo, y también defendió la permanencia del nuevo impuesto a las energéticas, comentando que no servirán para «esquilmar a los ricos».
El PSOE y Unidas Podemos justifican en la enmienda a la proposición de ley el nuevo impuesto sosteniendo que el objetivos es «garantizar que las elevadas fortunas contribuyan tal y como establece nuestra Constitución, al sostenimiento de los gastos públicos».
También asegura que otro objetivo buscado con el nuevo impuesto es el de «disminuir las diferencias en el gravamen del patrimonio de las distintas comunidades autónomas especialmente para que la carga tributaria de los contribuyentes residentes en aquellas comunidades autónomas que han suprimido, total o parcialmente, el gravamen del Impuesto de Patrimonio», en clara alusión a Madrid y Andalucía, «no difiera sustancialmente de la de los contribuyentes de las comunidades autónomas en las que no se ha optado por reducir la tributación por dicho impuesto».
Los más vulnerables
El artículo sobre el nuevo impuesto a las grandes fortunas incluido en la enmienda a la proposición de ley presento por PSOE y Unidas Podemos, precisa la escala de los tipos sobre los que será gravado -tres millones de euros, 5,34 millones, 10,69 millones en adelante-. Pero no quién se beneficiará del mismo.
En el punto 25 del artículo, sobre la ‘Afectación de la recaudación’, se apunta que el rendimiento del impuesto «se ingresará en el Tesoro Público» y que se destinará «a financiar políticas de apoyo a los más vulnerables».
La enmienda del PSOE y Unidas Podemos no explica quienes serían los «más vulnerables», ni tampoco en qué consistirían las políticas para apoyar a dicho colectivo.