El gasto del Estado en carreteras cae a niveles de hace tres décadas

El gasto del Estado en carreteras cae a niveles de hace tres décadas
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El gasto del Estado central en carreteras descenderá este año hasta niveles no registrados desde hace tres décadas. Aunque el punto más bajo se había dado en 2014, el Ministerio de Fomento ha sido el más afectado por una nueva ronda de ajustes que ha diseñado Hacienda para satisfacer las demandas de Bruselas. Y esos recortes dejarán el gasto en calzadas por debajo de las cotas anotadas incluso en 2014.

Los programas de gasto en carreteras de los Presupuestos de 2016 se cifraron en 1.766 millones de euros. Unos 883 millones se dedicaban a la creación de infraestructuras y otros 883 se destinaban a la conservación. Sin embargo, ahora Fomento tiene que recortar 600 millones de euros. Y lo más probable es que una buena parte del tajo se aplique al capítulo de carreteras, en parte porque el ferrocarril recibe fondos europeos, en parte por las promesas de los políticos de extender la alta velocidad.

A poco que esos 600 millones se recorten en la partida de carreteras, la rúbrica disminuirá por debajo de los 1.646 millones que se desembolsaron en 2014. Lo cual pone el presupuesto de carreteras traducido en euros en guarismos inferiores a los de 1995, año en el que desde luego un euro valía mucho más que ahora. Pese a que se pueda argumentar que se ha dado una sobreinversión en este capítulo, nunca en la historia reciente se había destinado tan poco músculo financiero a estos menesteres.

De hecho, la Asociación Española de Carreteras ha emitido un informe en el que reclama que se inviertan en las vías más de 6.600 millones de euros de aquí a 2020. De lo contrario, será necesario reconstruir una buena parte de una red viaria plagada de grietas y socavones.

De estos 6.600 millones, unos 4.500 millones se deberían emplear en la mejora de la red autonómica y foral. Y no es de extrañar, dado que el gasto total en carreteras también ha tocado fondo desde los 9.422 millones que se alcanzaron en 2009.

Tanto es así que el Ministerio de Fomento ya no brinda los datos, y sólo hay cifras públicas hasta 2013, año en el que el presupuesto global en carreteras incluyendo el de las Comunidades disminuyó hasta los 4.651 millones de euros, un ajuste de más del cien por cien del presupuesto.

A estas alturas, probablemente esta partida se sitúe en cotas todavía más bajas, dado el exangüe estado de las arcas autonómicas.

Las propias estadísticas de licitaciones facilitadas por Seopan reflejan también esta realidad. Pese a que la licitación de carreteras aumenta un 50% en el primer trimestre de 2016, estos datos resultan harto engañosos porque obedecen a que se ha aprobado un grupo de licitaciones que se anuló en 2015. Si se sustrae ese paquete, en realidad la licitación también se está desplomando. Y por supuesto se espera que se hunda todavía más después del recorte ofrecido a Bruselas para compensar la desviación del déficit público.

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