Los fondos USA ordenan cerrar sus operaciones inmobiliarias en España ante el repunte de la morosidad
Los fondos estadounidenses con inversiones inmobiliarias en España han dado orden a sus filiales en el país para acelerar el cierre de todo tipo de operaciones, ante la previsión de un fuerte repunte de la morosidad en 2023, que comenzará a notarse a finales de este mismo año.
De acuerdo a varias fuentes representativas del sector consultadas por OKDIARIO, fondos como Blackstone, Cerberus, Värde Partners o Lone Star, que en la última década han invertido decenas de miles de millones de euros en España en la compra de carteras hipotecarias a bancos del país, hoteles, edificios de oficinas, centros logísticos, están impulsando la firma de alquileres y venta de activos.
«Los fondos están viendo que Estados Unidos está al filo de la recesión, y piensan que en Europa, y en España, no estarán mejor», explican las fuentes consultadas. «Mientras sea posible quieren cerrar operaciones cuanto antes, mejor este año que el próximo, en previsión de un fuerte repunte de la morosidad», añaden.
«La percepción de la banca de inversión y de los fondos de Estados Unidos es que viene una desaceleración fuerte especialmente en los mercados de crédito», señalan en uno de los mayores despachos internacionales que trabajan para los fondos de inversión. «Todos esperan un año 2023 muy duro», afirman.
«Las primas de riesgo, tanto de la deuda pública como de la privada, se están ampliando, cada vez va a ser más costoso financiar y refinanciar empresas», subraya. «Las empresas que tengan que refinanciar ahora su deuda se van a encontrar con que es mucho más costoso que hace cuatro o cinco años, muchas no van a tener más remedio que ir a concurso de acreedores», expone.
Las fuentes consultadas también apuntan a la inestabilidad jurídica que han provocado en el sector de la inversión inmobiliaria los sucesivos cambios regulatorios durante la legislatura, y especialmente la normativa aprobada en Cataluña.
Concursos y préstamos ICO
Las advertencias sobre un incremento de la morosidad en España por parte de entidades financieras y organismos oficiales han sido más bien tímidas hasta ahora.
El pasado mes de abril, en la presentación de la Memoria de Supervisión del ejercicio 2021, el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, dijo que las entidades financieras «deberán mantener una elevada prudencia, con un reconocimiento adecuado y temprano de los riesgos asociados, a fin de preservar la confianza en el sector y de facilitar el mantenimiento del flujo de crédito a la economía».
De media, durante este año, la banca española ha conseguido mantener una media de la morosidad por debajo del 4,4%.
«La morosidad va a crecer, estamos ante una gran incertidumbre y todavía sigue sin cerrarse la de la pandemia», dijo en el mismo acto la directora general de supervisión del Banco de España, Mercedes Olano.
A principios del pasado mes de mayo, la consultora EY concluyó en un informe que el número de empresas y hogares que, en 2022 y en 2023, no podrán reembolsar sus préstamos, aumentará un 3,4% y un 3,9% en la eurozona, y un 4,6% y un 4,5% en España.
La moratoria concedida para presentar concurso de acreedores y para comenzar a devolver los préstamos ICO concedidos durante la pandemia, han servido para contener los impagos, hasta ahora.
El fin de la vigencia de las moratorias concursales y de la carencia en los préstamos ICO, así como la persistencia de la inflación y el agravamiento del conflicto bélico en Ucrania, hacen prácticamente inevitable un próximo fuerte repunte de la morosidad, en opinión de las fuentes consultadas.