Rescate de la SEPI

El fondo TerraMar pondrá la mitad que el Estado y tendrá el 70% de Abenewco (Abengoa) gracias a Calviño

Abengoa 40 millones asesores
Abengoa
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La SEPI está a punto de volver a liarla. Tras el polémico rescate de la aerolínea Plus Ultra, ahora está a punto de dar luz verde al de Abenewco 1, la filial ‘buena’ de Abengoa, que ha solicitado 249 millones de dinero público, según reconoció ayer la ministra de Industria, Reyes Maroto. El problema es que el Estado se jugará cerca de 500 millones en la operación mientras que el fondo TerraMar, calificado de «buitre» por los minoritarios de Abengoa, se hará con el 70% de la compañía poniendo solo 200 millones (en ambos casos, sumando capital y deuda). Algo que se habría evitado si Nadia Calviño hubiera accedido a conceder el aval del ICO al primer plan de salvación de la empresa aunque la Junta de Andalucía no pusiera sus 20 millones.

El plan de rescate enviado por Abengoa a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) contempla que TerraMar dará un primer préstamo de 35 millones a Abenewco 1 para dar liquidez a la empresa; un segundo préstamo en una segunda fase de 115 millones (con lo que el crédito total será de 150 millones); y, finalmente, la aportación de 50 millones en una ampliación de capital sólo para ellos con la que alcanzará el 70% del capital de la compañía. Posteriormente es cuando entraría el dinero de la SEPI, 249 millones de euros, que serviría para «el repago de la financiación ICO y el dinero sobrante para usos generales de Abenewco 1».

Pero es que el Estado no va a poner solo esos 249 millones. Según reza el citado plan, «en la segunda fase Abenewco 1 estimaría tener disponible una financiación sindicada bancaria similar a la firmada y anunciada en agosto 2020 (“Financiación ICO”), con cobertura ICO por el 70% del importe (…) y una nueva línea de avales por un importe de hasta 300 millones de euros como ampliación del avance realizado en la fase 1».

La financiación sindicada incluida en el citado plan del 6 de agosto era de hasta 230 millones, con lo que el 70% avalado por el ICO supone 161 millones. A eso hay que sumar la nueva línea de avales de hasta 300 millones, que también tiene garantía de la aseguradora pública Cesce al 60%. Esta garantía solo se aplica al «tramo internacional» cuya cuantía no se ha detallado, pero en todo caso es razonable estimar que el riesgo total del Estado -sumando estos avales más los 249 millones de la SEPI más los 161 del ICO- se situará fácilmente en torno a 500 millones.

Frente a este elevado riesgo para el Tesoro público, TerraMar se jugará solo 200 millones; y, aun así, este fondo tendrá el 70% del capital y, en consecuencia, el control de Abenewco 1. Algo que no aciertan a entender algunos miembros del sindicato de acreedores de Abengoa ni tampoco los accionistas minoritarios de la matriz, que, como es sabido, ha solicitado el concurso de acreedores y está a la espera de que el juzgado nombre administrador concursal. Los acreedores, además, creen que la situación de la empresa se ha deteriorado mucho desde agosto, lo que complica aplicar el plan acordado entonces.

Calviño no quiso evitar este enrome riesgo para el Estado

Fuentes conocedoras de la operación explican que el Gobierno podría haber evitado este contrasentido si la ministra de Economía hubiera accedido a que el ICO pusiera el citado aval del plan de agosto. Este aval estaba condicionado a que la Junta de Andalucía aportara 20 millones de liquidez, compromiso del que se desdijo por miedo a que las ayudas a Abengoa acabasen en los juzgados como las de Isofotón. Banco Santander (el principal acreedor del grupo) propuso poner él los 20 millones, e incluso trajo a TerraMar inicialmente para aportar solo ese dinero, pero Calviño tampoco accedió.

Como ha venido informando OKDIARIO, Ana Botín lanzó un órdago a la ministra al forzar el concurso de acreedores de la matriz, Abengoa S.A., con el fin de presionarla para que el ICO avalara por fin el nuevo crédito. Esta presión tampoco funcionó, lo que al final no solo no ha evitado que el Instituto de Crédito Oficial tenga que avalar la misma cantidad, sino que además ha provocado que la SEPI deba poner los 249 millones citados. Y cediendo el control al fondo TerraMar. Un viaje para el que no hacían falta tantas alforjas.

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