La Fed planta cara a Trump: congela los tipos pese a los choques geopolíticos y comerciales
Los analistas contemplan que la Fed mantendrá estables los tipos de interés para "esperar y ver" como desarrolla la guerra comercial y el conflicto bélico en Oriente Próximo
Powell ignora de nuevo la presión política de Trump y mantiene el rumbo monetario, pese las nuevas amenazas

La Reserva Federal (Fed) se enfrenta este miércoles a un plano macroeconómico más complejo que hace unas semanas, con el auge de nuevas presiones inflacionarias que se suman a la guerra comercial expansiva de la Administración de Trump: una escalada bélica en el Golfo Pérsico. El estallido de un conflicto regional entre Irán e Israel estos días es la última presión inflacionaria que amenaza la llamada doble misión de la Fed —mantener los precios estables, y a la vez, contener la tasa del paro—. ¿Por qué? Los precios del petróleo más altos son un catalizador clave del alza de la inflación y activan ahora el peor escenario de los analistas.
El consenso de los estrategas en distintas firmas de análisis es que la Fed congelará la senda de los tipos durante la reunión de esta tarde. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, tampoco ha indicado que tiene urgencia de volver a bajar los tipos más allá del 4,25%-4,50%. El conflicto regional en Oriente Próximo es otro factor de riesgo más para la mayor economía del mundo, que aún está digiriendo los impactos de las políticas proteccionistas de su presidente, además de la polémica reforma fiscal del presidente.
Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments, no prevé un movimiento monetario durante esta reunión, aunque ha alertado que «la reunión no será tranquila». En este sentido, el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC), tendrá que presentar su hoja de ruta con respecto a los aranceles y dará pistas de la estrategia que tomarán más adelante. «Prevemos que la previsión de crecimiento para este año se revise ligeramente a la baja. Es probable que esto vaya acompañado de una revisión al alza de la inflación prevista» ha apuntado Zanghieri.
Por otro lado, los demás bancos centrales, desde la propia entidad monetaria de Estados Unidos, hasta el Banco Central Europeo (BCE) en el Viejo Continente o el Banco de Inglaterra (BoE, en inglés), se resisten ahora a tomar un paso decisivo. La expansión del conflicto en Oriente Próximo ha agudizado el plano monetario, con los analistas ahora cifrando el barril del Brent por encima de los 80 dólares. En Goldman Sachs, contemplan un escenario peor: un barril a los 130 dólares. Por otro lado, la economía estadounidense ha dado las primeras señales de debilidad: el consumidor gastó un 0,9% menos al cierre de mayo, según los últimos datos del Departamento de Comercio estadounidense.
Trump busca succesor a Powell
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a atacar a Powell en las últimas semanas, instándolo a volver a bajar los tipos de interés en esta próxima cita para rescatar a la economía de sus propias medidas arancelarias. Trump ya ha movido ficha para buscar el sustituto a Powell, aunque ha asegurado a los mercados que no lo despedirá. Según ha adelantado Bloomberg, citando a fuentes dentro de la Casa Blanca, el sucesor más probable a Powell es el actual secretario del Tesoro, Scott Bessent. El actual líder de la Fed se ha sometido a más presiones políticas en las últimas semanas.
El Tesoro, en la diana
Por otro lado, otra tormenta está formándose en el mercado de deuda estadounidense. Los bancos centrales en todos los puntos del mundo se han ido desprendiendo de sus bonos del Tesoro de EEUU desde el mes de marzo (incluso antes del Día de la Liberación y el castigo de los llamados bond vigilantes). Los inversores se han dejado más de 17.000 millones de dólares en bonos del Tesoro en este último periodo y los analistas de Bank of America han alertado que el mercado de deuda está mostrando señales de «agujeros». Esto señala un deterioro en la confianza de los inversores.