Economía

Las farmacias aumentan tan sólo un 1% sus ingresos durante la pandemia

Las farmacéuticas reivindican su papel clave para la industria española tras la pandemia del covid-19.
Las farmacéuticas reivindican su papel clave para la industria española tras la pandemia del covid-19.

A pesar de lo que se puede pensar en un primer momento las farmacias no han sido un sector que haya experimentado un gran crecimiento con la crisis sanitaria. Sus servicios durante la pandemia han servido para evitar un colapso todavía mayor de los centros de salud, actuando como primera fuente de información para los ciudadanos, por lo que sus ingresos han aumentado tan solo un 1% con respecto al año anterior.

En España hay 22.102 farmacias y unos 75.260 colegiados en todo el territorio, generando una red de establecimientos tan densa que cubre al 99% de la población. Sin embargo muchos profesionales han sentido que las instituciones han menospreciado su trabajo, desaprovechando la gran herramienta que suponen en la lucha contra la pandemia.

Así lo afirmaba Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), haciendo especial hincapié en que, en muchos casos, las farmacias han actuado como centros sanitarios, resolviendo las dudas y cuestiones de las personas que se acercaban a ellas como consecuencia de la confusión informativa sobre el covid-19.

Impacto de la primera ola 

Durante el primer mes de pandemia, con todo el país confinado, 30 millones de personas pasaron por las farmacias, 2,7 millones de llamadas telefónicas se atendieron en ese tiempo. A diario visitan las farmacias 2.3 millones de personas, lo que supone unos 105 pacientes por farmacia al día.

Además de la propia red de farmacias- que genera que nueve de cada diez personas tengan una farmacia a menos de diez minutos de su casa- los farmacéuticos atendieron durante ese primer mes a más de 850.000 personas en sus propios domicilios.

Sin embargo, tal y como señala Jesús Aguilar, ese gran volumen de trabajo no se traduce directamente en ingresos ya que muchos ciudadanos acudían para dar respuesta a sus dudas o dolencias durante la pandemia sin incrementar la compra de medicamentos.

De esta forma, el pasado mes de septiembre el mercado farmacéutico -excluyendo geles hidroalcohólicos, mascarillas y guantes procedentes de fabricantes que no operan en España- presentó un crecimiento en los últimos 12 meses de +1,1%.

Todo esto a la espera de la recta final del año, cuando las farmacias aumentan su facturación como consecuencia de los casos de gripe y constipados, aunque desde el Consejo de Farmacéuticos prevén que sus ingresos no aumenten mucho más debido a que los mecanismos de prevención contra el covid-19 van a reducir los contagios del resto de patologías.

Ingresos de las farmacias

El margen que la ley fija para las farmacias por la venta de un fármaco es del 27,9%, aunque este porcentaje se ve reducido en la práctica porque hay un tope máximo para las presentaciones que tienen un precio superior a los 91,63 euros y por las devoluciones a Sanidad que hacen las oficinas con mayor facturación.

Según datos del Consejo General de Farmacia, el margen medio hoy en España es del 22,9% de la facturación, un porcentaje que no incluye los descuentos obtenidos por las oficinas en su gestión de compras.

Según los datos recogidos en el ‘Observatorio Covid-19’ muestran como el 42% de las farmacias están ralentizando sus beneficios y se aferran a la venta de los medicamentos genéricos que permanece estancada- desde el 2014- en el 47% de las unidades vendidas, mientras que en el Reino Unido y Alemania su peso supera el 80%.

Ante este panorama, las farmacias reivindican además su papel en las zonas rurales, donde actúan como centros sanitarios. Según el presidente del Consejo de Farmacéuticos, la red de establecimientos tiene el 70% fuera de las capitales de provincia y el 30% dentro.

De esta forma, las farmacias continúan siendo indispensables en la lucha para frenar el avance de la pandemia, siendo un mecanismo fundamental para evitar la saturación hospitalaria, porque tal y como afirma el presidente del Consejo General de Farmacéuticos: «la peor medicina es aquella que, siendo recetada por un médico, no se ha podido vender por colapso sanitario».

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