Los empresarios temen otra subida del Impuesto de Sociedades: «El efecto sobre la inversión será brutal»

Los empresarios temen una nueva subida del Impuesto de Sociedades y creen que el efecto que tendrá sobre la inversión «será brutal», según las fuentes consultadas por OKDIARIO. El temor responde al plan presupuestario enviado por el Gobierno en funciones a la Comisión Europea, en el que se contempla un notable aumento de la presión fiscal, que pasaría del 38,1% al 38,6% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2024, y que responde a la intención tácita del Ejecutivo de incrementar la recaudación a la espera de conseguir el objetivo fijado de un 3% de déficit público el próximo año que ninguna casa de análisis se cree, y que incluso la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) eleva por encima de esta cifra.

El problema que afronta el Gobierno, según otros medios de la patronal española CEOE contactados, «es que ya queda muy poco donde rascar porque el nivel alcanzado por los impuestos es muy alto. Seguro que están pensando en subir la tributación de los llamados ricos, pero los que ganan más de 150.000 euros apenas suman cien mil personas en España, y los que sobrepasan los 300.000 euros de ingresos son apenas 23.000 ciudadanos, con lo que la capacidad recaudatoria que ofrece esta vía es muy reducida, eso sin tener en cuenta los efectos contraproducentes, ya que provocará una fuga de capitales y disuadirá la llegada de inversores extranjeros».

La conclusión, a juicio de las fuentes contactadas por OKDIARIO, es que este Gobierno «está dispuesto a poner otro rejón a las empresas, ya asfixiadas con impuestos y cotizaciones sociales, con otra vuelta de tuerca en Sociedades, despreciando el impacto que está presión añadida sobre las compañías tendrá sobre la inversión, que será trascendental, al aumentar intensamente los costes de producción y reducir la rentabilidad de las sociedades, abocándolas en muchos casos al cierre», explican los citados medios.

Aunque el Gobierno no ha sido totalmente explícito al respecto, los empresarios también dan por hecho que se prolongará la vigencia de los tributos de nueva generación establecidos sobre los supuestos beneficios extraordinarios de las eléctricas y de la banca, aunque ambos sectores ya han advertido de que tal posibilidad incrementará la inseguridad jurídica del país -la última en pronunciarse al respecto el pasado miércoles fue Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter.

Adicionalmente, el Tribunal Constitucional parece dispuesto a validar el impuesto sobre las grandes fortunas recurrido, entre otros, por la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, que ha sido una de las principales perjudicadas por la iniciativa de Sánchez, al arrasar de facto con la bonificación al completo del Impuesto sobre el Patrimonio en la autonomía madrileña.

El Gobierno, y en particular el Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero, está acuciado por la debilidad creciente que muestran los ingresos. La recaudación por IVA ha descendido por encima del 9% debido a la caída de la facturación de las empresas mas los peores datos de ventas, y no parece posible arrancar más dinero del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) «porque las clases medias ya han sido debidamente esquilmadas» -explican las fuentes citadas-.

Impuesto de Sociedades, inversión y tipos

Por otra parte, la progresiva reducción de la tasa de inflación como consecuencias de las reiteradas subidas de los tipos de interés, va a privar a la Hacienda pública de gran parte de los ingresos obtenidos hasta la fecha por mor de su decisión de no deflactar la tarifa del IRPF -este año se van a obtener 10.000 millones extra por esta vía-.

Por eso, el único camino para conseguir más recaudación es eliminar los apoyos a través del IVA a los alimentos de primera necesidad, así como eliminar las subvenciones al combustible que consumen los transportistas, medidas que han sido solicitadas de manera reiterara por la Comisión Europea, el BCE y, de manera correspondiente el Banco de España.

La conclusión es que todo aboca a un aumento del Impuesto de Sociedades por mucho que castigue la inversión -insisten los citados medios-, porque «el cuadro macroeconómico enviado a Bruselas sobreestima el crecimiento (un 2%), y no valora en toda su dimensión el efecto contractivo que va a tener la política monetaria; no ya por los altos tipos de interés alcanzados sino por su permanencia en el tiempo, que empeorará sin duda las estimaciones de consumo y de inversión previstas por el Ejecutivo».