Mujeres con TalentOK: Piedad Varela-Portas, co-fundadora de Pazo de Vilane

De la ‘city’ al campo: las empresarias que resucitaron su pazo para recuperar el empleo rural

Dos hermanas fundaron Pazo de Vilane, una compañía que comercializa huevos camperos con gallinas en libertad

Tienen 800 puntos de venta y Alcampo, Carrefour y El Corte Inglés son algunos de sus clientes

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Piedad Varela-Portas, cofundadora de Pazo de Vilane (Foto: Pazo de Vilane)

Hace más de veinte años, las hermanas Varela-Portas se propusieron cumplir el sueño de su padre. Nuria y Piedad decidieron ‘resucitar’ el pazo familiar situado en Antas de Ulla (Lugo) para ponerlo en actividad y recuperar el empleo rural. Nuria dejó Londres y Piedad abandonó Madrid para mudarse a Galicia y perseguir su vocación: tener la vida de una emprendedora que lucha por sus sueños. A mediados de los 90 fundaron Pazo de Vilane, una compañía que comercializa huevos camperos con gallinas en libertad.

Empezaron con 50 gallinas y ahora, tienen más de 100.000. “No queríamos convertir el pazo en una actividad turística. Queríamos mantener su esencia rural y devolverle su razón de ser: la economía agraria, comunitaria… Reciclamos las instalaciones y las readaptamos para dar el mejor espacio a las gallinas. Comenzamos a vender por Lugo a puerta fría”, cuenta Piedad, cofundadora de la empresa a OKDIARIO.

Tienen más de 800 puntos de venta y están muy posesionados en la gran distribución. Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés (y sus distintas redes como Hipercor y Supercor) cuentan con estos huevos en sus lineales, además de otros supermercados locales gallegos. El año pasado, cerraron con una facturación de cinco millones de euros y este año, prevén aumentar la cifra de negocio hasta los seis millones.

Casi 40 empleos

La razón de ser de este proyecto se encuentra en fomentar el empleo rural. Y no van desencaminadas: hasta la fecha, cuentan con casi 40 empleados directos, la mayoría de ellos son mujeres. «También generamos sinergías en la zona y ayudamos a las empresas locales. Nuestra capacidad y crecimiento es limitada y por ello, estamos integrando otros granjeros, alquilamos las fincas de otros granjeros de kilometro 0. Son productores que trabajan bajo nuestros métodos y granjeros de toda la vida. Es muy importante para nosotros humanizar el mundo empresarial», explica la cofundadora.

Además de producir huevos camperos, han ampliado su catálogo y elaboran mermeladas de frambuesa, arándanos y tomate. «El objetivo era diversificar el catálogo, pero también el uso de las fincas: una parte del pazo la ocupan las gallinas y otra la dedicamos a la plantación de frutos del bosque». Piedad indica que es un producto de «altísima calidad y de la línea gourmet» porque son 100% artesanales y el 85% de la fruta es recogida y producida por ellos mismos.

«Con la elaboración de mermeladas, también damos puestos de trabajo aunque sean temporales pero siempre bajo el mismo paraguas: no abandonar el medio rural».

El diseño de la caja, un hito empresarial

El diseño de la caja que ‘guarda’ los huevos de Pazo de Vilane también es un hito empresarial porque también recoge la esencia de la compañía. Este negocio familiar tiene unos valores muy claros: el desarrollo de empleo rural, el cuidado animal y la sostenibilidad. «Estos criterios los aplicamos por ejemplo con la reutilización del estiércol de las gallinas, plantamos árboles para darles a las gallinas un espacio adecuado… Todos estos valores están en la caja».

La diseñó un diseñador de La Coruña poniendo en valor todas estas características: la artesanía y lo natural.

Fue un antes y un después en el empaquetado de huevos y, según indica Piedad, «hay cientos de copias que se inspiran en el color, en el material o que directamente nos la fulminan».

Curso de emprendimiento

Llegar hasta aquí no ha sido fácil, cuenta Piedad. Han pasado por muchos obstáculos y superado la crisis económica, sorteando el problema de liquidez. Su experiencia les ha inspirado para ayudar a todos aquellos ‘valientes’ que se lanzan a la piscina para emprender: han puesto en marcha el curso ‘Emprender desde la raíz’.

«Es la semilla de nuestra futura responsabilidad social como empresa. Se dirige a todo aquel que tenga vocación emprendedora, nos fijamos en la persona, que pasa por mucho estrés, situaciones complicados y crisis en su proceso. Creemos necesario que el emprendedor tenga un acompañamiento para el desarrollo personal».

Aún les queda mucho camino, pero el que llevan recorrido ha merecido la pena, dice Piedad. «Hemos creado un proyecto hecho a nuestra imagen y semejanza». 

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