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Duro Felguera: Hacienda le reclama 183 millones y su auditor duda de la viabilidad de la compañía

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Sede de Duro Felguera.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El auditor de Duro Felguera, Deloitte, destaca que Hacienda reclama 183 millones a la compañía, de los que ésta no ha provisionado ni un euro. Asimismo, cuestiona la viabilidad de la empresa asturiana debido a la dramática situación económica que han provocado, sobre todo, los contratos fallidos de la compañía en Países Bajos y Argelia.

En el informe de auditoría de las cuentas de 2023, el auditor señala el enorme riesgo de la cuestión fiscal, puesto que Duro Felguera tiene abiertas actas con Hacienda por el Impuesto de Sociedades y el IVA por valor de 183 millones incluyendo cuota, sanciones e intereses. Estas actas están recurridas por la empresa ante los tribunales.

A pesar de este enorme riesgo, «al 31 de diciembre de 2023 no existen pasivos fiscales registrados en relación con las citadas actas, existiendo retenciones practicadas por parte de la autoridad fiscal por importe de 6 millones de euros, que figuran registrados como derechos de cobro».

Es decir, Duro Felguera no sólo no tiene apartado dinero para afrontar -aunque sea parcialmente- el riesgo de que tenga que pagar a Hacienda esos 183 millones de euros, sino que se apunta como derecho de cobro las retenciones de 6 millones.

Para justificar esta práctica, la empresa argumenta en su memoria que «la Compañía no ha registrado pasivo alguno en relación a dichos procedimientos ya que, en opinión de la Dirección, basada en informes emitidos por terceros independientes, tanto en ejercicios anteriores como a fecha de las presentes cuentas anuales consolidadas, los argumentos de defensa son lo suficientemente consistentes como para que resulte probable una resolución estimatoria de sus intereses».

Un portavoz de Duro Felguera explica que «tenemos confianza en que la justicia nos dará la razón sobre los dos litigios pendientes con la Agencia Tributaria, y que tienen que ver con la liquidación del Impuesto de Sociedades cuando se opera a través de uniones temporales de empresas (UTE) en el extranjero. Existen varios precedentes de otras compañías a las que, en situación similar, la justicia ha fallado a su favor”. Algunos de estos precedentes se refieren a IsoluxTécnicas Reunidas.

Patrimonio negativo

Como informó OKDIARIO, Duro Felguera vuelve a estar al borde del abismo: ya se ha gastado los 126 millones del rescate de la SEPI y la banca no está dispuesta a concederle más avales.

Esta auditoría, publicada dos meses después de que Duro Felguera comunicara dichos resultados, Deloitte afirma: «El grupo presenta un patrimonio y un fondo de maniobra negativos a 31 de diciembre de 2023 y ha incurrido en pérdidas en el ejercicio, que han supuesto desviaciones relevantes respecto a su plan de viabilidad actualizado en 2023, habiendo obtenido la dispensa de las entidades financieras en cuanto al cumplimiento de las ratios financieras a 31 de diciembre de 2023».

«Esta situación supone la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento y sobre la capacidad de realizar sus activos por los valores registrados y cumplir con sus compromisos», concluye el auditor.

No es la primera vez que Deloitte expresa dudas sobre la supervivencia de Duro Felguera: ya lo hizo en la auditoría de los resultados del primer semestre de 2023. Pero ahora esa incertidumbre se agrava por el deterioro de las cuentas -la empresa perdió 22 millones en el conjunto del año pasado, mucho más de lo esperado- y por el hecho de haberse fundido ya todo el dinero del rescate y una tercera parte de los 90 millones inyectados por sus nuevos propietarios, los mexicanos Prodi y Mota-Engil.

Contratos con pérdidas

Deloitte también llama la atención sobre varios focos concretos de incertidumbre. El primero se refiere a los megacontratos de Duro Felguera para construir centrales de ciclo combinado en Países BajosArgelia. Respecto al primero, el informe sostiene que «el grupo se encuentra ejecutando un contrato de naturaleza onerosa, para el que la provisión contable registrada en cobertura de la pérdida esperada en la ejecución pendiente no se encuentra actualizada a los costes reales previstos y potenciales penalidades por retraso, en su caso».

Como consecuencia de estos contratos y otros más pequeños en Rumanía, «el grupo se encuentra en inmerso en distintos procedimientos arbitrales y judiciales por importe relevante, principalmente con clientes y proveedores». Para cubrir ese importe, la compañía asturiana tiene provisiones registradas por 47 millones, pero ha revertido otros 24 millones -es decir, ha reducido las provisiones que tenía antes en ese importe- que se ha apuntado como beneficio.

De nuevo, la misma práctica que en el caso anterior: no sólo no tiene cubiertos esos riesgos sino que ha reducido el dinero que tenía para afrontarlos y ha utilizado esa cantidad para reducir sus pérdidas de 2023; si no lo hubiera hecho, la pérdida habría sido de 46 millones en vez de 22.

Comisiones en Venezuela

Por último, el auditor pone un párrafo de énfasis referente al caso de las presuntas comisiones pagadas por la empresa asturiana al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela que va a ser juzgado en la Audiencia Nacional.

«Aunque nos administradores de la sociedad dominante y sus asesores externos consideran que no tendrá lugar una resolución desfavorable a los intereses del grupo, la probabilidad o extensión de las consecuencias del proceso dependerán del escrito de acusación que finalmente se formule, así como de la fase de juicio oral, existiendo una incertidumbre ligada a su desenlace final», concluye Deloitte.

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