Se dispara casi un 100% la venta de este producto español a China

China
Bandera de China

En plena guerra comercial entre Estados Unidos y China, las ventas de un producto nacional se ha disparado en el país asiático casi un 100%. Se trata de la venta de perfumes cosméticos, que doblaron su volumen de ventas a China en el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2018.

En total, el sector vendió al exterior entre enero y junio productos por valor de 2.257 millones de euros, el 8% más que un año antes. Los productos de las categorías de perfumería, cuidado personal y cuidado de la piel fueron las más exportadas y registraron crecimientos del 10, 6 y 12%, respectivamente.

En 2018, las exportaciones del sector a China crecieron el 136%, según Stanpa, que considera que esta evolución se explica por el «espectacular» aumento de la demanda de productos españoles de cuidado de la piel y la cosmética de color en el gigante asiático, especialmente a través de plataformas de comercio electrónico como Tmall Global o JD.

En China, la cosmética mueve al año unos 47.000 millones de euros y el 25 % de esas ventas se hace a través de internet, explicó en una entrevista con Efe la directora Internacional de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), Susana Arranz.

El fenómeno de la marca España empezó en 2015 pero 2017 fue el año del «boom», sobre todo en el segmento de productos para el cuidado de la piel, cuyas ventas crecieron el 600 %, hasta los 103 millones de euros.

«Las marcas españolas siempre han llamado la atención, pero muchas preferían ir vía Hong Kong para evitar las barreras de entrada que hay en China. Algunas empezaron a registrar sus productos y a trabajar con distribuidores locales pero todo avanzó con la llegada de las plataformas de comercio electrónico», según Arranz.

En estas plataformas destaca Tmall, el centro comercial virtual ideado por Alibabá para que las marcas extranjeras vendan en China, que cuenta con más de 550 millones de usuarios y en el que la cosmética es número uno en ventas.

En China, las redes sociales tienen millones de usuarios y es habitual que los turistas cuelguen fotos de los productos que han descubierto durante sus viajes y comenten su experiencia con ellos.

«Entonces, empieza el ruido en las redes y plataformas como Tmall, JD, Kaola o Xiaohongshu se alimentan de esa información», de forma que si detectan que hay gran interés por determinados productos como, por ejemplo, cosméticos en ampollas, se van a buscar marcas que las fabriquen para que vendan con ellos.

Además, las marcas españolas están sabiendo manejar el fenómeno de los «influencers» -generadores de tendencias- y celebridades.

Entre sus principales compradoras destacan las «millenials», mujeres nacidas a partir de los 90, con ingresos medios y altos, amantes de la tecnología y que con el consumo de estos productos quieren diferenciarse de sus madres, usuarias de las marcas europeas de lujo tradicionales.

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