Mercado laboral

Díaz pide que se suban los salarios con el PIB en números rojos y sin que lleguen las ayudas directas

Los hoteleros critican a Yolanda Díaz
La ministra Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz

La próxima vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, en sustitución de Pablo Iglesias, empieza a pedir subidas de sueldo a las empresas en el peor momento y sin tener en cuenta tres cosas: que las ayudas directas no han llegado, que hay 1,1 millones de compañías en crisis según las fuentes patronales y que el PIB sufrirá una caída contundente en el primer trimestre.

Concretamente, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, afirma que modernizar la política de trabajo «significa también hacer partícipes a las personas trabajadoras de la prosperidad del país» y que, por ello, las mejoras en términos de crecimiento deben trasladarse a los salarios.

En su intervención en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el Congreso, donde ha remarcado que una política de rentas que mejore las condiciones de vida de los trabajadores impulsa el conjunto de la economía. El problema es que España, bajo su mandato, tiene más de 6 millones de personas en paro real (contando con los ocupados en ERTE o los autónomos en cese de actividad).

Díaz ha dicho que la subida del salario mínimo tuvo un «gran efecto» en el impulso al alza de los salarios y muy especialmente de los más bajos. Y ha afirmado que está actuando, además, sobre la pobreza laboral y la desigualdad.  Sin embargo, Díaz tampoco tiene en cuenta que las fuertes alzas del SMI lo que provocaron fue, según las empresas, menos contrataciones e incluso desincentivó la creación empleo en las hostelería -ahora fuertemente castigada por el Covid-19- y destruyó puestos de trabajo en colectivos como el de las empleadas del hogar y la agricultura.

El Banco de España ya alertó de las consecuencias que podría tener las fuertes alzas del SMI impulsadas por el Gobierno socialcomunista pero el ala de Podemos del Gobierno insiste en que debe haber un alza hasta los 1.000 euros, algo que los empresarios representados por CEOE se niegan a negociar.

Mientras tanto, Díaz ha dicho este lunes que conseguir que el SMI alcance el 60% del salario medio «es un objetivo de esta legislatura que seguro se conseguirá».

Por otro lado, la próxima vicepresidenta tercera del Gobierno ha dejado claro que el nuevo Estatuto del Trabajo del siglo XXI es «el gran reto colectivo, la gran obra legislativa que se debe llevar a cabo intentado dar una respuesta a todas las manifestaciones en las que el trabajo toma cuerpo en la actualidad». Yolanda Díaz está empecinada en desmontar la reforma laboral del PP pese a la oposición de la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

Según Díaz, «modernidad significa avanzar en derechos, recuperar la constitución y el derecho al trabajo en su sentido originario, lo que implica generalizar la lógica del trabajo decente, empleo estable, digno y con derechos».

¿Cómo quiere Podemos que sea la contratación?

En esta línea, la ministra de Trabajo ha afirmado que se debe apostar por fórmulas de contratación que sean «claras, simples y que establezcan su carácter indefinido como norma, por el bien de los trabajadores y de las empresas». Sin embargo, el debate real, más allá de eslóganes, es saber si se quiere prohibir o se pondrá freno a la contratación temporal, una fórmula de creación de puestos de trabajo que es imprescindible para aquellos colectivos que por su naturaleza (turismo, hostelería, ocio…) tienen algunos momentos fuertes en el año y otros periodos valle.

Díaz dice que quiere una negociación colectiva «equilibrada», donde los trabajadores puedan colectivamente negociar «de igual a igual» sus condiciones. «Las empresas modernas precisan relaciones laborales modernas», ha añadido, informa Europa Press.

Durante su discurso, Díaz ha afirmado que se propone abordar la asignatura pendiente en la democracia de España, que es el trabajo decente, ya que «dar respuesta al problema del desempleo y la precariedad continúa siendo la principal asignatura pendiente del país».

«El desempleo y la precariedad son diferentes dimensiones de un mismo problema, importa tanto la cantidad como la calidad; y por tanto, la respuesta ha de ser integrada: promover el empleo estable, de calidad y con derechos», apunta la titular del Ministerio de TRabajo.

Para Díaz, «la democracia no será completa si no se logra que el mercado de trabajo sea un espacio de ciudadanía y eso es imposible con las cifras de paro y precariedad que asolan al país».

Sobre las políticas activas de empleo, Díaz ha afirmado que se está alcanzando un acuerdo para una nueva generación de estas políticas, «incorporándolas a la era digital para hacerlas eficacia». Sin embargo, la gestión del servicio público de empleo durante su mandato es un auténtico caos. Para empezar, el antiguo Inem sufrió la semana pasadas las consecuencias de un ataque informático que dificultará el pago de las prestaciones.

Pero no hay que olvidar que los trabajadores de este organismo se están viendo sometidos a una gran presión sin que Díaz prácticamente haya movido ficha (contrató a trabajadores de empleo para el servicio público de empleo en contra de sus tesis contra la precariedad y la temporalidad).

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