Inversión

“Biba la Banda»

Brexit
Donald Trump. Foto: Europa Press

«Quien quiera ver el arco iris debe estar dispuesto a soportar la tormenta”.

Si el inicio del presente ejercicio muchos inversores volvía a calificar el periodo que estábamos viviendo como de “goldilocks”, sobre todo si estaban bien invertidos en los diferentes mercados de capitales y por la evolución tan favorable de los mismos, ha sido llegar mayo y, con él, despertarnos de ese “mundo de ensueño” y volver a poner valor al riesgo.

Desde que Donald Trump, en su versión de “Mr. Tariff”, pasara hace unos días de las amenazas a la acción, subiendo los aranceles a una cesta de productos procedentes de China, la incertidumbre y la inseguridad de los inversores, en torno al futuro más o menos inmediato, va creciendo y hace que Mr. Market se vuelva, una vez más, algo esquizofrénico.

De hecho, y tras el incremento de las tensiones entre USA y China en materia comercial, los inversores actúan con una preocupación que bordea incluso lo patológico al traer al presente más inmediato muchos de los problemas que he venido enumerando en anteriores artículos de este mismo blog: un crecimiento económico mundial que se va moderando, el elevado endeudamiento global, las valoraciones tan ajustadas que tienen muchos activos financieros; las tensiones “geopolíticas”, el agotador “Brexit”, las incluso meteduras de pata de algún importante banco central cuando hace meses señalara que podría subir los tipos de interés mientras asistíamos a un entorno desinflacionista…etc.

Desde Luna Sevilla Asesores Patrimoniales seguimos pensando que no se deberían subestimar dichos problemas. De hecho, nosotros no lo hacemos y, por ello, en nuestra hoja de ruta –con la estrategia de inversión que estamos proponiendo seguir– ya tenemos muy presente que en cualquier momento podemos asistir a renovados capítulos de alta volatilidad y correcciones de cierto calado.

Ahora bien, a pesar de lo anterior, no consideramos que estemos en la antesala de un inminente cambio de tendencia de los principales mercados de capitales pues creo que los principales bancos centrales del mundo van a continuar con su políticas monetarias acomodaticias, que seguirán sosteniendo a los mercados financieros y, en paralelo, porque creemos que la economía mundial no se encamina a una nueva recesión.

De hecho, aunque cada vez que el Sr. Trump- cuando escribe en Twitter- genera picos de volatilidad y pareciere que hubiera pasado el caballo de Atila, por aquello de “por donde pisaba no volvía a crecer la hierba”, quizás en ese paso por los mercados financieros haya dejado una herradura en forma de talismán de la buena suerte: la posibilidad de que la Reserva Federal termine bajando los tipos de interés… Y recuerden lo que les he comentado muchas veces; los tipos de interés son un eje importantísimo sobre el que pivotan los distintos mercados de capitales.

Señalado todo lo anterior, y viendo que por delante aún nos quedan reuniones diplomáticas de cierta envergadura -como la del G20 en junio- y los flojos datos en materia macroeconómica e, incluso, microeconómica (resultados empresariales), me viene a la memoria la secuencia de la película Biba la Banda en la que el director de la banda de música (personaje interpretado por el gran Antonio Ferrandis) recupera sus gafas y se acerca a sus músicos para darles la enhorabuena por lo bien que suenan… aún estando él enfermo.

En ese instante, se da cuenta de que lo que realmente está oyendo es a un tocadiscos y no a su banda pues la mayoría de sus integrantes no están presentes. Esa es ahora la gran preocupación de los inversores mundiales: que cuando nos pongamos las gafas, tras lo mucho que han corrido los mercados de acciones y de renta fija, nos encontremos en medio de la filmación de Biba la Banda y, con ello, ante una realidad que haga válido aquello que señalara Warren Buffet de que “sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”.

Por todo ello, aún valorando como aspecto positivo la posibilidad que la Fed decida bajar los tipos de interés antes de que acabe el año, pero sin perder de vista que nos hemos puesto las gafas de la realidad del estado de la economía mundial y, a la vez, siendo conscientes de los riesgos “geopolíticos”, mis consejos a la hora de invertir en mercados financieros, y de la manos de los fondos de inversión, serían los siguientes:

a) Actúen con mucho sentido común. Es cierto que es momento de ser prudentes en el corto plazo…pero no irracionales y, en consecuencia, dejarse vencer por los miedos de los típicos “agoreros” que todo lo ven mal y llevan anunciando el fin de los tiempos desde hace meses y años.

b) Sean flexibles. Sigan apoyándose en gestores de talento que, a través de una gestión activa de calidad en mercados de bonos o de bolsa, consigan localizar oportunidades de inversión tratando de minimizar la volatilidad de sus carteras.

c) Insistan en que les recomienden buenos fondos que siempre se adecúen a ustedes y al entorno financiero de cada momento, pero que también cuenten con comisiones y costes competitivos.  El “low cost” en productos financieros no está reñido con una selección de productos de calidad.

d) Renta Variable sí, pero apostando por ideas de compañías y no tanto de mercados. La falta de visibilidad de una mejora más contundente de la macroeconomía mundial junto con la preocupación creciente en torno a la marcha de los beneficios empresariales de muchas empresas en uno y otro lado del Atlántico, hace que seamos cuidadosos a la hora de invertir en fondos de acciones. De hecho, la ortodoxia pura financiera nos invitaría a recomendar poca renta variable ahora mismo, pero, insistimos una vez más, sugerimos invertir en empresas que, en este contexto económico y financiero, sean capaces de generar flujo de caja y, en algunos casos, hasta de crecer. Y, además, proponemos hacerlo a través de gestores de talento que, en muchos casos, son agnósticos de los benchmarks, como nosotros…aunque eso les lleve a pasar (¿intencionadamente?) desapercibidos por nuestros colegas del sector.

e) Elevar la diversificación de la cartera. Pero diversificación de la buena…Es importante que nuestra banda (cartera) suene equilibrada y en perfecta harmonía y no como la del filme anteriormente indicado.

En definitiva, y como señaláramos la pasada semana, fondos de inversión centrados en:

  • Deuda corporativa europea de corto plazo con muy bajas comisiones que actúen como “reserva de liquidez” de nuestro patrimonio financiero.
  • Deuda europea y estadounidense de medio plazo que aprovechen el actual entorno de inflación contenida a nivel mundial.
  • Fondos con vocación de retorno absoluto que estén aportando valor a los inversores.
  • Mixtos de bolsa de perfil patrimonialista.
  • Y, si el perfil de riesgo del inversor así lo permitiera, fondos “puros” de bolsa en empresas muy orientadas al dividendo, bolsa mirando al “Oeste” ( a Estados Unidos) o determinados fondos sectoriales y temáticos.

Nuestra estrategia genérica de mirar al Oeste, tanto en renta fija como en bolsa, de apoyarnos en fondos de deuda euro muy baratos, y de combinar fondos de dividendo con otros de bolsa con estilos de gestión “growth” está logrando no perdernos en esta senda donde a veces hay “flechas” marcadas que pueden invitar  la confusión.

Para terminar, una vez más, señalar que el tipo y clase de fondo de inversión que pudiéramos proponer para Vd. (renta fija, mixtos, bolsa…) desde nuestra entidad, como agentes de Cáser Asesores Financieros, dependería de cuál sea su perfil de riesgo, del horizonte temporal de sus inversiones y, por supuesto, de la coyuntura económica y financiera que se dé en cada momento. Una cartera asesorada por nosotros seguirá siempre las líneas generales descritas anteriormente, pero siendo totalmente personalizadas y, por lo tanto, tendrán en cuenta en todo instante sus propias singularidades y, lo que es más importante, cada vez que cambie el entorno de los mercados  o sus necesidades, nos adaptaríamos a dichos cambios.

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