BBVA y Banco Santander sacan músculo en sus resultados y ensanchan la brecha con el resto de entidades
Durante las últimas dos semanas las seis grandes entidades financieras cotizadas han presentado sus resultados correspondientes al segundo trimestre de 2019. Estos han coincidido a su vez con la reunión del Banco Central Europeo (BCE) y también con la de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, y han generado una gran volatilidad en el parqué madrileño.
Si se tiene en cuenta la comparación interanual, el sector no sale muy favorecido. Sin embargo, si se compara con las expectativas que mantenía el mercado, el trimestre no ha sido especialmente malo. La gran banca, Santander y BBVA, ha incrementado sus principales márgenes y han aprovechado su presencia en países de fuera de la Unión Europea, para remontar sus debilidades dentro del territorio nacional.
Eduardo Asenjo, analista de Investing.com, ha destacado que, «con los resultados del primer semestre, los bancos que mejor se han visto son aquellos que tienen presencia fuera de la zona euro, siendo el gran motor de sus ingresos los países latinoamericanos. Otro factor que ha tenido gran peso en los resultados han sido los procesos de reestructuración, los cuales han afectado en gran medida a los beneficios netos de las entidades, destacando a Caixabank».
Por su parte, Aitor Méndez, analista de IG Markets, ha subrayado que «los resultados de Santander, BBVA y Bankinter son bastante aceptables, con un incremento de sus principales márgenes. Los de Bankia también han estado por encima de las expectativas, en cuanto a beneficios y márgenes, aunque se queden muy lejos de los números del segundo trimestre del año pasado. La nota más gris la han puesto CaixaBank y Sabadell, que han visto caer su margen bruto, y la decepción viene más por las perspectivas de futuro que por las cuentas en sí».
Reflejo en Bolsa
Los resultados de estas entidades han tenido sus consecuencias en la cotización de las compañías en Bolsa, que ha reflejado las expectativas del mercado a pesar de que también se ha visto afectada por las decisiones de los bancos centrales. Todos ellos acumulan caídas en la última semana lastrados por el temor a una desaceleración de la economía, que se vio agravada por las palabras de Mario Draghi tras la reunión del BCE el pasado jueves.
«Los números han estado en línea o por encima de las expectativas, pero la situación del sector es complicada y la próxima bajada de tipos de interés que perfila el BCE afecta directamente a las previsiones de las entidades y es lo que ha dejado un regusto amargo esta temporada de resultados», ha señalado Méndez.
Sin embargo las cifras publicadas por las entidades han convencido al mercado, que sigue confiando en la capacidad de estos para adaptarse a los nuevos tiempos y confía en la política monetaria de los organismos internacionales. «Existe un aumento de la concesión de crédito, lo que favorece al consumo e indica un aumento de los ingresos de los bancos y, en general, de sus márgenes de intereses, ya que supone una de sus mayores fuentes de beneficio. Esto, junto con una disminución de la ratio de morosidad, podría indicar una mejora de la salud financiera de los clientes y también favorecido por las medidas que se están tomando para la movilización del dinero con la política monetaria expansiva», ha puntualizado Asenjo.