Los bancos se dan hasta septiembre para dejar caer a las empresas que no aguanten la crisis
Las líneas ICO para dar liquidez a empresas con problemas es actualmente la principal actividad a la que están dedicadas las entidades bancarias españolas. Sin embargo, no servirán para garantizar la supervivencia de todas las empresas.
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La banca española lleva ya más de un mes centrada de manera principal en vehicular las líneas de crédito del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para empresas que se hayan visto afectadas por la extraordinaria situación generada por la pandemia del coronavirus. Aunque con escasa rentabilidad, -como ha reconocido el CEO de Caixabank, Gonzalo Gortázar- el objetivo en las entidades ha sido «hacer que esto funcione, y ya veremos más adelante cuando haya tiempo cuántas líneas de crédito dan morosidad», asegura a OKDIARIO un consejero de uno de los grandes bancos españoles.
Sin embargo esta situación de carácter extraordinario no oculta la realidad: la situación de falta de liquidez de muchas empresas se transformará en falta de solvencia en algunas de ellas, ya que no todas las compañías superarán este parón súbito de la maquinaria económica.
Por ello, en septiembre u octubre, los bancos tendrán que tomar la decisión de «cuáles son las empresas que se quedan, cuáles pueden funcionar y cuáles habrá que reestructurar mediante una quita u otras medidas», aseguran fuentes bancarias de solvencia.
Algunos modelos de negocio pueden no resistir los 18 meses en los que inicialmente se ha planificado el aval ICO
Según estas fuentes, el ICO es consciente de esta realidad y, aunque las líneas de crédito tienen un horizonte de 18 meses, en el que se piensa que podría quedar superada la crisis sanitaria, algunos modelos de negocio -especialmente los relacionados con cierto turismo de masas, con eventos multitudinarios o aerolíneas- pueden darse por amortizados antes. «Es evidente que de esta crisis no van a salir todos los que entraron», asegura otra fuente bancaria.
Cambio por hipotecas
La frenética actividad bancaria en la concesión de crédito a empresas -tanto fuera como dentro de los avales del ICO- ha compensado la caída a plomo del segmento hipotecario, con cambios incluso de personal para reforzar los equipos de banca de empresas. Algunos bancos que no tenían una posición muy grande en banca corporativa y estaban más centrados en minorista (como Bankia o Caixabank) pueden verse beneficiados por este súbito giro hacia el crédito empresarial.
Las ventajas: créditos con más rentabilidad que los hipotecarios. Las desventajas: la mora es mucho mayor en la banca empresarial que en las hipotecas. Las entidades bancarias afrontan esta crisis, totalmente diferente a la de 2008, con una posición notablemente sólida tanto en solvencia como en liquidez. Sólo un escenario especialmente negativo, en el que la economía real acabara contaminando a la economía financiera, acabaría manifestándose en una crisis de dimensiones aún superiores.