Juego

Argentina plantea quitar a Lao la concesión para explotar casinos flotantes que le dio Kirchner

El empresario no logró vender a Blackstone este negocio de Cirsa en Argentina

Las concesiones vencen en 2019 y la prensa local afirma que las perderá

Manuel Lao es conocido por simpatizar con el independentismo catalán

Argentina plantea quitar a Lao la concesión para explotar casinos flotantes que le dio Kirchner
Casino, propiedad de Lao en Argentina

Manuel Lao afronta un 2019 difícil. El empresario nacido en Andalucía y asentado en Cataluña se enfrenta a la amenaza de que Argentina no le renueve el próximo año las concesiones de los casinos flotantes de Cirsa que no logró vender a Blackstone a comienzos de este año. El gigante norteamericano de la inversión compró la empresa de juego fundada por Lao el pasado mes de abril, pero no quiso quedarse con el negocio de la compañía en Argentina. El motivo no fue otro que los problemas que Lao sufría en el país por la posible pérdida de la concesión de los casinos flotantes que vence en 2019.

En estos meses, Lao ha reorganizado su negocio en España agrupando en Nortia Business Corporation todos sus negocios, incluidos los que no logró vender a Blackstone. El empresario ha abandonado recientemente la sede histórica de Cirsa en Terrasa para mudarse a un edificio en alquiler en el parque Can Ametller de Sant Cugat del Vallès. Además, ha fichado a Hans C. Narberhaus para gestionar su inversión y los ingresos que logró con la operación que cerró con Blackstone. Se trata de un directivo financiero procedente de Deutsche Bank y Trea Capital.

Pero la reorganización está pendiente del desenlace en Argentina de la cuestión clave de los casinos flotantes. Según ha publicado la prensa local y sectorial del juego, el Gobierno argentino y las autoridades de la ciudad de Buenos Aires estudian nacionalizar estos casinos que están ubicados en barcos anclados en el complejo de juego Puerto Matadero.

Blackstone no quiso el negocio

La concesión de los casinos flotantes vence en 2019 y el futuro es tan incierto que Blackstone prefirió no arriesgar su inversión y rechazó comprar este negocio de Cirsa, pese a que la firma de inversión planea crear un gigante mundial del juego.

La gestión de estos activos fue negociada por Lao, conocido por su simpatía con el independentismo catalán, en tiempos del kirchnerismo. Al llegar al poder, el Gobierno de Mauricio Macri se propuso acabar con aquella vieja forma argentina de hacer negocios para profesionalizar la economía del país. Y Lao espera junto a sus socios en este negocio el veredicto final de las autoridades. En juego también está saber si la ciudad de Buenos Aires debe tener la última palabra de la concesión de un negocio que está sobre sus aguas. La propiedad de los casinos flotantes es compartida por Lao (50%) con las empresas Hipódromo Argentino de Palermo e Inverclub.

El asunto es tan complejo que Cirsa lo llevó a los tribunales argentinos la pasada primavera para pedir una prórroga de la concesión con el fin de poder explotar el negocio otros cinco años más. Pero la justicia no se pronuncia y el tiempo corre en su contra.

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