Alcoa se abre a vender su planta de Lugo al Estado si los empleados acaban con su huelga
La dirección de Alcoa envía una carta a sus trabajadores para decirles que valora vender la planta a la SEPI pero que los empleados tienen primero que paralizar la huelga indefinida que llevan días realizando.
Alcoa vuelve otra vez a la carga y cede ante la posibilidad de poner a la venta su planta en San Cibrao, Lugo, en lugar de cerrarla. La multinacional del aluminio, que es la única que fabrica aluminio primario en España, reconoce que vuelve a estar en la mesa de negociación para vender a la SEPI, que pertenece al Estado.
Así lo ha asegurado el presidente de la siderúrgica en España, Álvaro Dorado, quien ha mandado una carta al comité de empresa, que la ha divulgado a la prensa. Los empleados han sido convocados en esta carta a una reunión para el 7 de enero y el objetivo según Dorado es «encontrar una solución».
Este mismo lunes, por tanto, Alcoa ha decidido vender a la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), «tal y como el Gobierno y los representantes de los trabajadores han venido demandando».
Acabar con la huelga
Pero como nada sale gratis, Alcoa ha pedido a los empleados que su huelga indefinida que empezó en octubre tras conocer los planes de cierre de la empresa, termine, y que ello sirva para que «el proceso pueda desarrollarse en un ambiente de normalidad y paz social».
Alcoa se ha enfrentado a varios reveses judiciales al intentar cerrar por la fuerza su planta lucense
Alcoa añade que «continúa abierta al diálogo tanto con los representantes de los trabajadores como con los representantes institucionales», a la par que «mantiene su compromiso de asegurar el mejor resultado posible» para sus empleados.
La multinacional del aluminio Alcoa señaló el pasado 23 de diciembre que recurriría ante el Tribunal Supremo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG), que anuló el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la firma quería aplicar a 524 trabajadores de su planta de San Cibrao.
Alcoa señaló el 23 de diciembre que recurriría ante el Tribunal Supremo la sentencia del TSJG que anuló el ERE para 524 trabajadores de la empresa
En un comunicado, la multinacional de Estados Unidos hizo constar que «las dificultades persisten», ahondó en la falta de un marco energético «competitivo» y subrayó que los «permanentes problemas estructurales» hacen que la factoría gallega no sea «competitiva».
La siderúrgica recordaba también en aquella nota que la decisión de «reestructurar» se había tomado tras un largo período de consultas sobre los «importantes» contratiempos, que son los mencionados, e indicaba que el estatuto recientemente aprobado no resolverá «las pérdidas financieras recurrentes».
Liberty House se interesó en su momento por las instalaciones gallegas, pero Alcoa se negó a esa venta.
El comité acepta
Como respuesta a esta carta, el comité de empresa de Alcoa San Cibrao ha aceptado negociar a cambio de suspender la huelga indefinida que empezó en octubre.
En un comunicado, la representación social ha informado de que realizaron dos solicitudes a la empresa, la primera para demandarle que “cumpla con el acuerdo de la Mesa por el Empleo y la Sostenibilidad del 28 de febrero de 2019, en el que se establece la contratación de todos los eventuales y ETT con calificación de apto”.
En la segunda, reclaman a la directiva de la multinacional que se siente a negociar y aluden a la sentencia del TSXG, que declaró nulo el ERE a 524 trabajadores de la planta.
Justicia en su contra
Precisamente este mensaje a la plantilla se envía después de que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) fallara en contra de la empresa y a favor de los trabajadores después de que estos recurrieran el cierre de la planta ante la justicia. El propio tribunal gallego, tal y como informó este periódico, tenía como objetivo que Alcoa venda la planta a un comprador público o privado para poder mantener el empleo.
El Tribunal Superior de Justicia de Galicia dictó hace unas semanas un auto en el que impedía a Alcoa paralizar por completo su actividad diciéndole que se abstenga de «llevar a cabo cualquier actuación dirigida a hacer efectiva la parada de las cubas» en la factoría de San Cibrao (Lugo), tal como solicitaban los sindicatos, aunque sí le permite seguir adelante con el ERE de 524 empleados que ha presentado.
La parada de las cubas de electrólisis, en las que se produce el aluminio, traía consigo el cierre de la planta puesto que, aunque sobre el papel luego se pueden reiniciar, en la práctica es un proceso muy complicado y costoso, y con alto riesgo de que se rajen las citadas cubas. Para los trabajadores de la planta gallega, supone la esperanza de que la planta no se cierre definitivamente y que puedan conservar sus empleos.