Los agricultores tachan de «Gran Hermano» el Cuaderno digital que obliga a revelar sus gastos a Sánchez

Los agricultores reivindican en sus protestas la derogación del Cuaderno digital, un método de control que el Gobierno de Sánchez va a implementar para saber «todo lo que se hace en las explotaciones agrarias con un volcado de información enorme», explica a OKDIARIO José Luis Miguel, coordinador técnico de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag). Para el representante de la asociación agrícola, la medida del Ejecutivo es «un Gran Hermano en el campo para ver si somos buenos y no nos dedicamos a contaminar y destruir el medioambiente».

Las autoridades europeas promueven esta herramienta para antes de 2050, pero España ha sido el primer país en implementarla y con condiciones mucho más restrictivas.

El cuaderno digital entrará en vigor en septiembre de 2024, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La delegación que dirige Planas asegura que su objetivo es «avanzar hacia el objetivo de una gestión eficiente y respetuosa con el medio ambiente».

«El Cuaderno Digital de Explotación Agrícola supone cambiar del soporte en papel del cuaderno de explotación tradicional a un soporte digital que permita al agricultor sacar mejor provecho de la información que genera y poder trasmitirla a las administraciones por métodos telemáticos», asegura el ministerio. Sin embargo, el sector agrícola identifica los riesgos de esta medida. Con el cuaderno digital, el Ministerio de Agricultura solicitará a los productores del sector agrario «datos de las explotaciones por vía electrónica». Para ello, utilizará «un dispositivo de entrega de información electrónico», afirma Miguel.

El delegado del sector asegura que el objetivo del Ejecutivo con el cuaderno digital es controlar todos los aspectos de la producción, «especialmente lo relacionado con tratamientos fitosanitarios, abonados, riegos…». Los agricultores deberán registrar sus gastos o los tipos de fertilizantes que utilizan en su producción del día a día.

Sánchez controla a los agricultores

En concreto, la normativa establece que todos los agricultores deben de informar al Gobierno sobre «los tratamientos fitosanitarios, el tipo de producto, el nombre comercial, la empresa que lo ha aplicado, el número de inscripción del equipo con el que se ha aplicado, los tratamientos que se hacen en edificaciones e instalaciones, datos generales del cultivo…», enumera José Luis Miguel.

Antes de comenzar a cultivar, los responsables de la explotación tienen que informar sobre «todas las actuaciones fitosanitarias con la fecha, la hora, la superficie; el tipo de medidas fitosanitarias, el tipo de producto, la unidad de medida, el aplicador, la empresa, el asesor que ha autorizado esa aplicación, el uso de semillas tratadas, lo que se hace con una semilla que se ha tratado con fitosanitarios para su siembra, los datos de fertilización, los sistemas de riego…».

Además, si el agricultor ha recibido ayudas públicas, tendrá que reportar a las autoridades «todos los datos vinculados a las prácticas relacionadas con la subvención para poder controlarte», explica el representante. En definitiva, «hay que rellenar un montón de campos mensualmente, prácticamente te dedicas a eso sólo», lamenta el técnico de Coag.

Por tanto, Miguel considera que más que una mejora en la gestión de información supone un control excesivo: «Hay una invasión de la privacidad y los derechos de los ciudadanos».

«Nosotros somos fundadores del Foro DataGrid. Con él, estamos avanzando en la transformación digital de la producción primaria. La digitalización tiene muchas ventajas. Ahora, lo que nos está exigiendo el Ministerio son unos requisitos de traslado de información tremendamente exhaustivos. Pensamos que esto debería haberse llevado dentro de una negociación, una interlocución. Lo que pasa es que todo ha sido una decisión unilateral del ministerio», explica el delegado.

El cuaderno digital es una herramienta que las autoridades europeas han propuesto a los gobiernos. El objetivo es implementar la medida antes del año 2050. Sin embargo, España ha sido el primer país en tratar el tema. Según José Luis Miguel, «estamos siendo mucho más estrictos» que otras naciones.

Además, «el listado tan exhaustivo de información que solicita el Gobierno, donde puede hacer una monitorización total de tu actividad profesional» es mucho más exigente que los requisitos que pide la Unión Europea. Para el representante, la medida en los demás países europeos «va a ser una broma comparado con lo que van a montar aquí».

En definitiva, los agricultores consideran que el cuaderno digital impondrá un control excesivo sobre el proceso producto. Los profesionales del sector deberán de informar mensualmente sobre todos los movimientos y productos que utilicen para cultivar con el objetivo de menguar la contaminación. Para ellos, esto no ayuda a mejorar la eficiencia, como presume el Gobierno, sino que supone un asalto a la privacidad insólito.