Adiós al dinero en efectivo en España pese al apagón: la multa de Hacienda si no avisas
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El pasado lunes, 28 de abril, España vivió un apagón sin precedentes que dejó sin suministro eléctrico a buena parte del país durante más de doce horas, desde las 12:30 del mediodía hasta pasada la medianoche. El corte generó el que muchos españoles tuvieran mil y un problemas para regresar a sus casas, mientras otros arrasaban en los supermercados y también como no, muchos intentaron sacar dinero en efectivo de los cajeros ante el temor a un posible ataque cibernético o a una caída prolongada de los sistemas digitales.
El apagón no generó caos pero sí como decimos, incertidumbre y aunque sacar dinero del cajero era del todo imposible, a muchas personas les entró cierta preocupación por si vuelve a pasar ya que en esos momentos, sólo podía pagarse en efectivo, por lo que es importante tener claro qué cantidad es aconsejable tener en casa o de hecho, saber cuánto dinero en efectivo podríamos tener para situaciones como la vivida pero sin que Hacienda sospeche o mucho peor, que nos acaben aplicando una multa. No olvidemos, que aunque a partir de ahora, tener cierta cantidad de dinero físico en casa puede parecer una decisión prudente, especialmente tras habernos quedado a oscuras durante casi un día entero, lo cierto es que Hacienda pone bajo lupa cualquier retirada de efectivo que supere ciertos límites.
De hecho, no avisar ni justificar adecuadamente estas operaciones puede derivar en sanciones que alcanzan los 150.000 euros, incluso si el dinero retirado proviene de los propios ahorros.
Adiós al dinero en efectivo en España pese al apagón
El miedo a nuevos apagones, ataques informáticos o restricciones en los medios de pago digitales ha llevado a muchos a querer tener un colchón en metálico. Sin embargo, la Agencia Tributaria considera que estas retiradas, si son elevadas o frecuentes, pueden estar vinculadas a actividades ilícitas como el blanqueo de capitales o el fraude fiscal.
Por eso, a partir de ciertos importes, los bancos tienen la obligación legal de informar. Concretamente, cuando una retirada supera los 3.000 euros en una sola operación, se genera una alerta automática y se comunica al SEPBLAC (Servicio Ejecutivo de Prevención del Blanqueo de Capitales). Y si la cantidad extraída supera los 10.000 euros, es obligatorio comunicarlo a Hacienda mediante el modelo S1, ya sea para mover ese dinero dentro del país o para llevarlo al extranjero.
No hacerlo puede suponer una infracción grave. Las multas parten de los 600 euros, pero en los casos más serios pueden llegar hasta los 150.000. Además, si Hacienda interpreta que se ha intentado eludir la vigilancia dividiendo las cantidades o sacando efectivo de forma reiterada y sin justificación, también puede imponer sanciones de hasta el 150% del importe retirado.
Retiradas frecuentes también en el punto de mira
Aunque no se superen los 3.000 euros, los bancos están obligados a informar de cualquier movimiento que consideren sospechoso. Esto incluye operaciones que se repiten en poco tiempo, ingresos en metálico sin justificación, o pagos inusuales en efectivo. En estos casos, la Agencia Tributaria puede iniciar un procedimiento de inspección para revisar el historial bancario completo del ciudadano.
En este contexto, conviene recordar que el límite legal para pagos en efectivo también se ha reducido: actualmente, no pueden superar los 1.000 euros si una de las partes actúa como empresa o autónomo. Esta normativa pretende reforzar el control sobre el dinero no declarado y reducir el peso de la economía sumergida.
¿Y si sólo quiero tener dinero por precaución?
Muchos ciudadanos no tienen intención de cometer ninguna irregularidad y simplemente quieren guardar algo de efectivo por si acaso, sobre todo después de una situación como la vivida el 28 de abril. En estos casos, lo más prudente es realizar retiradas pequeñas, espaciadas en el tiempo, y siempre justificables. También es recomendable no depender exclusivamente del efectivo, ya que en algunos establecimientos está desapareciendo como medio de pago.
Los expertos en fiscalidad recuerdan que los sistemas digitales bancarios están preparados para responder incluso en emergencias, y que el mejor consejo para evitar problemas con Hacienda es actuar siempre con transparencia.
Inspecciones, sanciones y riesgos innecesarios
Una retirada de efectivo fuera de lo común puede no sólo implicar una multa, sino también el inicio de una investigación fiscal completa. Hacienda puede examinar todas las cuentas, ingresos y pagos del ciudadano para comprobar si existe alguna irregularidad. Algo que como decimos, debemos justificar y aunque lo hagamos y demostremos que hemos usado el dinero de forma correcta, es un engorro que es mejor evitar.
Por eso, se insiste en que, ante la necesidad de mover o retirar grandes sumas de dinero, lo ideal es contar con el asesoramiento de un experto. La legalidad fiscal es compleja, y cualquier paso en falso puede tener consecuencias costosas. En un escenario donde el efectivo cada vez tiene menos protagonismo, y donde la vigilancia es constante, la mejor defensa sigue siendo la documentación y la justificación clara de cada movimiento.