Gran Premio de Australia de F1

Un titánico Carlos Sainz firma una victoria de campeón en Australia

El piloto español ganó su tercera carrera en la Fórmula 1 y Fernando Alonso logró un gran sexto puesto

Carlos Sainz
Kike Sáez

Carlos Sainz, en un ejercicio de tres días de coraje y de otra palabra que también empieza por la letra c, ganó la carrera en el Gran Premio de Australia, su tercer triunfo en la Fórmula 1. El piloto español estuvo impecable y no dejó escapar la gran oportunidad que le brindó el extrañísimo abandono del campeón, Max Verstappen, para amarrar su primer triunfo en este Mundial. Fernando Alonso, fruto de la suerte y de su gran inteligencia y habilidad al volante, logró quedar sexto, pero su «posible conducción temeraria» previa al accidente de George Russell le conllevó una injusta sanción de 20 segundos impuesta por la FIA que le bajó al octavo puesto. Charles Leclerc completó el doblete de Ferrari y Lando Norris el podio.

Carrera y victoria de campeón de Sainz, el único hombre capacitado para plantar cara y frenar el dominio de Red Bull actualmente. Después de un sábado prácticamente perfecto en la clasificación, el madrileño se lucró de esa privilegiada posición en la primera línea de la parrilla de salida para agarrar un triunfo de campeón, porque sí, a día de hoy, tiene opciones de levantar el título en su último año con la escudería de Maranello.

Siempre se dice aquello de que hay que ser el primero de los mortales para en el día en el que Verstappen falle estar ahí. Y eso fue precisamente lo que le pasó a Sainz. Tras una salida limpia de arriba abajo, el piloto español se arrimó todo lo que pudo al líder para intentar adelantarle con el DRS en la vuelta 2, y vaya si lo hizo. Carlos realizó una maniobra espectacular en la curva 7 para dejar atrás al holandés, cuyo monoplaza comenzó a echar humo hasta ser retirado en la vuelta 3.

Era el primer fallo en el Red Bull de Verstappen desde el GP de Imola 2022 y el gran beneficiado de ello iba a ser un titánico Sainz, que no esperó a ese problema en el coche de su rival para hacer una declaración de intenciones con ese brutal adelantamiento. La parrilla varió y el madrileño inició su escapatoria hacia la victoria, postulándose Oscar Piastri y Leclerc como principales candidatos a arrebatársela.

Alonso se beneficia del abandono de Hamilton

Por su parte, Alonso, que había perdido posición con Lewis Hamilton en la salida, pues el inglés salía con gomas blandas, la recuperó con un prematuro cambio a duros en boxes del de Mercedes. También llegó a estar segundo después de una colección de paradas del resto de pilotos de la zona alta, pero lo mejor estaba por llegar para el asturiano. Antes, Ferrari llamó a Sainz a boxes para colocarse ruedas duras en la vuelta 17, momento en el que todo se iba a volver a agitar.

El Mercedes de Hamilton se desplomó de repente en una recta y el británico tenía que abandonar. Se desplegaba la bandera amarilla y todas las miradas apuntaban a la misma persona, Alonso, que se fue volando hacia boxes para aprovechar un regalo de siete segundos con el que salió quinto y con neumáticos medios al término del coche de seguridad. Por su parte, Sainz ilusionó a Leclerc, que se acercó a menos de un segundo, pero en cuanto atemperó sus nuevas ruedas puso a raya a su compañero y continuó su escapatoria.

En la vuelta 23 volvía a hacer la vuelta rápida, metiéndole tres décimas más a Leclerc. Y cinco vueltas después, Alonso sucumbía inteligentemente ante Sergio Pérez, con mucho más ritmo. Pero su astucia le iba a permitir alejarse lo máximo posible del Mercedes de George Russell, al que le estaban haciendo un emparedado entre él y Lance Stroll. Y es que el asturiano, en una jugada de inteligencia máxima, se arrimó y no se despegó del DRS del Red Bull del mexicano y establecer más de nueve segundos de distancia con el compañero de Hamilton.

Jugada maestra en Melbourne, donde comenzó a afianzar un sexto puesto impensable a priori mientras metía presión a Checo. La superioridad de Sainz sobre Leclerc era inmensa –más de nueve segundos– y Ferrari llamó a boxes al monegasco por segunda vez. En su vuelta a pista, este salió prácticamente en paralelo del mexicano, del que se consiguió zafar. Este, a su vez, paró en la siguiente vuelta.

Accidente de Russell y victoria de Sainz

Alonso presenció esa corta batalla como el tercero en discordia, pero no atacó en ningún momento y se mantuvo sexto. Ahí comenzaban sus mejores momentos en cuanto a ritmo hasta que entró en la vuelta 42, otra buena parada de Aston Martin, para salir séptimo, esperando al cambio de repuesto de Russell. Y cuando se produjo iba a iniciar una agónica batalla entre ambos, con final muy negro para el inglés.

El de Aston Martin, nuevamente en una posición irreal para su equipo, aguantó a Russell hasta el preciso momento en el que sufrió un aparatoso accidente que acabó con su Mercedes totalmente volcado. Alonso confirmó así su sexta posición, arrebatada posteriormente por la FIA, y la carrera murió con el desfile del coche de seguridad. Sainz pidió cruzar la meta junto a Leclerc para celebrar el primer gran doblete de Ferrari desde el GP de Bahrein 2022 y así rubricó su victoria perfecta.

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