Scariolo: «El fútbol cometió una temeridad y ahora tienen ansiedad por volver»
Sergio Scariolo es una de las voces más autorizadas para hablar de deporte y coronavirus desde un plano humano. El seleccionador español se encuentra confinado en Toronto desde hace un mes y, como nos admite, apenas tiene tiempo para cuadrar su agenda. Le acompaña su familia al completo en un apartamento en constante contacto con España e Italia.
El técnico nos muestra su tremenda confianza en que la NBA encontrará la mejor solución a la crisis del coronavirus, no se muerde la lengua contra las medidas tomadas por el fútbol, aborda su renovación como seleccionador y hasta confía en que Pau Gasol volverá a su mejor nivel para Tokio 2021. Scariolo se muestra tal y como es.
PREGUNTA. – ¿Quién le iba a decir que iba a terminar confinado en un piso en Toronto con toda su familia?
RESPUESTA.- Es una situación de película, pero cuando la vives te das cuenta de que somos mucho más frágiles de lo que nos pensamos y que las cosas pueden surgir desde la nada. Hay muchas cosas que decimos que esto es muy raro que pase, pero es que ha pasado y esperemos que podamos aprender a nivel de priorizar la salud respecto a otras cosas.
P.- ¿Cómo lo llevan jugadores como Marc o Ibaka? Son gente muy grande y estar encerrados no será tarea fácil…
R.- Pequeña, pequeña, la casa no la tiene nadie. Hay jugadores que tienen más facilidad y en Toronto sólo se han quedado los más jóvenes. Los veteranos están en sus casas habituales y pueden entrenar con normalidad. Se lo están tomando con mucha seriedad y normalidad. Aquí la mentalidad es mucho más profesional porque estamos pendientes diariamente de lo que han comido, lo que han entrenado, de si necesitan un día que le llevemos material… Yo mismo lo he vivido con mi propio hijo al que le han traído material del equipo para que se mantenga en forma. Aquí tienen una eficiencia y una consistencia en monitorizar a todos los jugadores realmente admirable. Yo como entrenador tengo a dos jugadores (Marc Gasol y Patrick McCaw) con los que mantengo un contacto más personal y más técnico.
P.- ¿Qué curiosidad, en forma de métodos de entrenamiento, ha llegado a sus oídos nos pueda contar?
R.- Los jugadores de la NBA tienen mucha equipación en casa y cada uno tiene acceso a entrenarse casi con normalidad. Pero sí que efectivamente alguno fue al bosque a buscar troncos para entrenarse con ellos porque no tenía barra. Había otro que quería entrenar el gesto del tiro y se daba con el techo… Ha habido alguna anécdota divertida.
P.- ¿Cuál es la solución más viable que ve para terminar la NBA?
R. – La verdad es que no lo sé. Creo que hay demasiados componentes importantes que entran en el juego como para pensar que una sea con claridad la mejor. Todos esperamos que entrando en el mes de mayo nos puedan decir algo más fijo y definir los plazos. Hay que tener en cuenta que las necesidades económicas de esta liga son importantes y el dinero que mueve la televisión también. Harán un tremendo un esfuerzo por reanudarla, pero a nadie le interesa, y por otra parte sería lamentable, que se pusiese en peligro la salud de alguno de los integrantes. La NBA, que siempre hace las cosas bien, y que en esta situación concreta fue la primera de las grandes ligas en parar indefinidamente también sepa elegir el momento y la forma para volver.
P.- Es cierto que cuando la NBA para por el positivo de Rudy Gobert hay un mismo partido de Champions esa misma noche…
R.- Increíble, eso sí que realmente me pareció una temeridad y una decisión tremendamente peligrosa que ha conllevado consecuencias graves que incluso podrían haber sido gravísimas. Veo ahora en el mundo del fútbol una ansiedad por volver a la competición que sinceramente no comparto. No entiendo que gente responsable que acaba de vivir situación esté pensando en ganar una semana cuando esa ganancia podría ser una pérdida gravísima cuando corres el peligro de retroceder mucho más atrás si corres. Yo creo que hay que empezar cuando se pueda tirar para adelante, cuando se parta de una base totalmente segura para todos.
P. – En Europa parece que la pandemia se tomó un poco a la ligera en cuanto a deporte…
R. – Eso es lo que parece que paso. Hay quienes lo hacen mejor y peor. Hay un ejemplo como Italia que fue el país europeo que empezó a padecer todo esto de manera seria y cronológicamente avanzado al resto, creo que era un ejemplo para haberse tenido en cuenta y haberse alarmado más a todo el mundo. Lo que realmente me dejó sin palabras fue la reacción de Reino Unido que al principio querían que el contagio hiciese su camino y casi le cuesta la vida a Boris Johnson. Creo que ha habido bastante superficialidad en muchos que no estaban preparados para estos, pero Alemania por ejemplo ha dado un ejemplo de eficacia.
Veo ahora en el mundo del fútbol una ansiedad por volver a la competición que sinceramente no comparto
P.- España, ¿cómo lo ha hecho?
R.- Creo que el trabajo de los gobernantes en ese momento es complicado y la toma de decisiones es difícil. La ambición y la ilusión de alguien que se mete en política es porque siente que tiene la capacidad para ello y puede estar a la altura. La única forma de parar esto era tener unos recursos sanitarios suficientes como ha demostrado Alemania. Canadá reaccionó muy rápidamente cerrando fronteras y actividades comerciales y ha empezado ayudando a las empresas y trabajadores muy pronto. Aquí se han tomado decisiones rápidas y se han aprobado pronto las leyes. No ha habido un apagón total. La gente puede ir por la calle, dar un paseo en bici, pero las medidas se respetan de forma religiosa. Hay realmente un cuidado extraordinario en cumplir con las recomendaciones, no obligaciones, que da el Gobierno. Este pueblo tiene un sentido cívico altísimo.
P.- ¿Qué piensa de la prohibición de viajar? Le afecta en particular porque tiene familia en España e Italia. ¿Podrá viajar?
R. – Esta es la pregunta del millón de dólares. Obviamente todos esperamos una contestación y es una buena pregunta a la hora de reflejar el sentimiento de la gente. Para mí es una de las preocupaciones mayores porque tienes familias, amigos o intereses en todo el mundo. Lo primero ahora es la salud y la seguridad y si no se puede viajar pues no se podrá viajar.
P.- ¿Es favorable a que haya una concentración de equipos NBA en un mismo sitio para terminar la competición?
R. – La situación no es tan sencilla porque primero hay que desplazarse, segundo porque hay que vivir X semanas en un hotel también conlleva un contacto con el personal del hotel y las problemáticas son muy complejas. Por mucho que existan precauciones existe un límite que es que la necesidad de extremar precauciones no supere la lógica, el sentido común. No podemos pensar en jugar con mascarillas. Alguien se ha atrevido a decirlo y el nuestro es un deporte de contacto. Repito que hay muchos momentos fuera de la cancha en los que estar aislado en una habitación también puede conllevar, a esa altura lejos de la familia y de casa, problemas mentales y psicológicos que pueden trasladarse al riesgo de lesión. Una condición psicológica complicada es un caldo de cultivo para que se produzca una lesión. Lo bueno de aquí es que hay un nivel tan alto de confianza en la institución que nadie va a cuestionar. Aquí todo el mundo confía en la NBA, en Adam Silver, en su criterio y creen que la decisión que saldrá será la más adecuada. Es una buena sensación saber que lo que se decidirá al final será lo correcto porque confiamos en esta gente.
No podemos pensar en jugar con mascarillas. Estar semanas alejado de las familias puede traer problemas mentales y ese es un caldo de cultivo para que se produzcan lesiones.
P. – Y pensar que el año pasado estaba en China ganando el Mundial de baloncesto…
R.- En Wuhan estábamos con Italia, Serbia y Puerto Rico… Te da una sensación de fragilidad y provisionalidad del todo. Por suerte yo lo tengo bastante claro, sé como puede cambiar el viento en muchos sentidos. En mi vida ha tirado en muchos sentidos diferentes y luego por cuanto se tiendan a olvidar los kilómetros que has tenido que recorrer en viento en contra. Se puede salir para adelante corriendo con el viento en contra y durante bastante tiempo.
Me acuerdo en estos días cuando mi madre me cuenta de la guerra en estos días… Hacemos un FaceTime con una señora de 90 años que lleva dos meses sin ver a una persona viva es capaz de cuidar sola de su casa, de su comida, haciendo todo por teléfono y habiendo aprendido a usar un Ipad te hacen ver que ellos han sido capaces de superar situaciones más graves que esta. Aquí al menos no te bombardean, me dice. No tienes que ir por debajo de la tierra, aquí puedes comer, no te pueden dar un balazo. Es bueno escuchar porque hay personas que han pasado situaciones realmente duras.
P.- ¿Cómo ve la situación de Pau Gasol? ¿Han sido buenas noticias el aplazamiento de Tokio? ¿Volverá bien con 41 años?
R.- Veo bien su deseo, que intente hacer todo lo que está en sus manos para recuperarse. Con un poco más de tiempo volverá a la competición y es evidente que antes no había tiempo para que llegara a tiempo porque no iba a tener esa fase intermedia necesaria entre la rehabilitación y la competición. Con un año más existe este colchón de tiempo para tomárselo de manera más progresiva. Una vez que vuelva a la competición no hay nada que le impida. No creo que 41 años sean diferentes a 38, 39 o 40 para un jugador. Sobretodo porque el resto de sus músculos y articulaciones no ha sido sometida a un desgaste tan grande en estos dos últimos años. Su cuerpo ha sufrido concretamente en el pie, pero no en ningún sitio más. Soy optimista por naturaleza y estamos hablando de una persona con una cabeza muy bien amueblada y que puede tomar las mejores decisiones para él mismo y lo que le rodea.
P.- Hace unos días, en otra entrevista, dijo que tenía dudas de que estaría en Tokio…
R.- Es un momento en el que obviamente todo está parado, pero entiendo que hay una serie de voluntades que deben de cuadrar y que en principio van en la misma dirección. Luego cuando se trata de plasmar estas voluntades en un acuerdo concreto hay que hacerlo. Llegará el momento en que los Raptors, la Federación, mi familia… (yo no porque me hace ilusión) pero habrá un momento en que tengamos que cuadrarnos todos para llevarlo a cabo. No tengo dudas ni muchas cosas que autopreguntarme, pero repito hay un contrato, un equipo, una familia… Estos no son el problema porque siempre en el tiempo libre encuentro tiempo para cuidarles y que estén contentos.
P.- Interpreto, con toda la familia en otro continente, que quizá las ventanas se hayan convertido en un obstáculo para su crecimiento como entrenador en Toronto…
R.- No, para mí son un pequeño problema, pero si que son un problema más grande desde el punto de vista del club porque te ausentas 10 días y durante ese tiempo pasan cosas. Pese a que una de esas ventanas coincide con el All-Star Game y veremos cómo se reconfigura el calendario el año que viene, yo tuve que renunciar a ello este año, era una oportunidad única en la vida, pero yo renuncié porque quise. Lo hice para priorizar estar desde el primer día en la concentración con la selección española.
P.- ¿Pero habrá acuerdo?
R.- Es más una cuestión club-federación. Para mí es un viaje más que sumas, un viaje largo, incómodo y me acuerdo que la primera ventana que fui llegué y fui directo a la cancha. Cogí un tren y fui para allá. Me puse el traje, mientras jugábamos contra Boston, y me incorporé al banquillo en el segundo cuarto porque el avión había llegado tarde. Todo se puede hacer, pero aquí el perjudicado puede ser el club y es justo que ellos tengan toda la autoridad o potestad para poder expresar su opinión considerando que ellos fueron en su momento los que dieron el paso atrás para permitirme seguir en las ventanas haciendo algo que era impensable en la NBA. Luego se ha repetido para otro entrenador, pero en ese momento nadie llegaba a pensar que un equipo de NBA iba a aceptar esa concesión a un entrenador y lo hicieron. Entonces ese esfuerzo que hicieron a través de encontrar un acomodo económico, pero repito por agradecimiento a ese esfuerzo que hicieron en su momento y por eso les tengo un gran respeto. Creo que tengo que contar con ellos a la hora de tomar esta decisión que no sería una decisión para un año, sino que de cuatro años teniendo en cuenta que ellos también me han propuesto seguir durante mucho tiempo.
¿Mi renovación? Es más una cuestión club-federación. En su momento se perjudicó a Toronto y tienen el derecho a expresar su opinión
P.- Las Federaciones suelen sufrir más que nada por la crisis económica… ¿Está preocupado por lo que puede pasar con los más jóvenes?
R. – La preocupación no puede no estar. Al mismo tiempo creo que la situación económica de la Federación es muy tranquilizadora y el compromiso de los patrocinadores va más allá del retorno económico, sino que hay participación y presencia que me extrañaría mucho que conllevara una ausencia de ellos. Creo que hay razones para ser optimistas en este sentido.