Fair-play financiero

Sale a la luz el verdadero motivo de por qué Laporta fue a ‘animar’ a España en la Nations League

Laporta acudió a Múnich con el pretexto de animar a España, pero realmente fue a negociar a la UEFA

El fin de semana patriótico de Laporta: el himno de España le persigue allá dónde va

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Laporta en el palco junto a Pilar Alegría y la plana mayor de la UEFA. (Getty)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Joan Laporta sorprendió a propios y extraños acudiendo a Múnich a animar a la selección española en la final de la Nations League. El máximo dirigente culé podría haber delegado en un segundo espada como sí hizo el Real Madrid enviando a Emilio Butragueño, pero el mandatario azulgrana decidió acudir en persona para dialogar con Aleksander Ceferin en la zona vip.

El presidente del Barcelona rechazó ir a animar a su club en el decisivo partido de cuartos de final de la Liga ACB ante Unicaja para presentarse en el Allianz Arena con una misión entre ceja y ceja. Laporta quería conseguir convencer a Ceferin para que la multa que la UEFA le va a imponer por no respetar el fair-play financiero fuese lo más suave posible.

El dirigente se valió de sus contactos y de su labia para acercarse a Ceferin y sacar un pacto más que jugoso. El Barcelona inicialmente iba a tener que pagar una multa de 60 millones al no entender muy bien la UEFA cómo las palancas de la entidad habían computado en el fair-play. Laporta explicó la situación con pelos y señales al máximo dirigente de la UEFA y consiguió una ostensible rebaja, aunque no se libró de la multa totalmente.

Según informa Mundo Deportivo, la sanción al Barcelona por incumplir dos años consecutivos el fair-play financiero se quedará en solo 15 millones de euros. Laporta habría conseguido ahorrarse a su club 45 millones en un rato de conversación con un Ceferin que, a buen seguro, le pidió que se bajase definitivamente del proyecto de la Superliga.

Sea como fuere, Laporta se presentó con la apariencia de que iba a animar a España cuando en realidad fue a otra cosa bien diferente. El hecho es que hizo historia al ser el primer presidente del Barcelona desde antes de José Luis Núñez en acudir a un partido del equipo nacional. Había 45 millones de razones para ello.

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