Ronaldo cuenta por primera vez todos los secretos de sus fiestas privadas: «Lo hice muchas veces…»
Ronaldo Nazário se ha sincerado como nunca antes en 'Charla Podcast'
Se moja públicamente sobre temas que hasta ahora apenas había tocado
Como aquellas famosas fiestas privadas que montaba cuando era jugador

Ronaldo Nazário se ha sincerado como nunca antes en Charla Podcast, donde ha concedido una amplia entrevista en tono muy ameno, de ahí que se haya mojado sobre temas que hasta ahora apenas había tocado en público, como aquellas famosas fiestas privadas que montaba cuando era jugador profesional de máximo nivel.
Sobre esa afición a salir de noche y su compatibilidad con los entrenamientos y partidos, Ronaldo confiesa que «estuve en todas. Iba a entrenar el lunes por la mañana, a las 10 de la mañana, jugué el sábado y luego me fui a París. Pasé el domingo en París y por la noche fui a la fiesta. A las siete de la mañana cogí el avión para Madrid, llegué a las nueve de la mañana con entrenamiento a las 10. Esto lo hice muchas veces».
Además, el brasileño tenía una filosofía muy clara en todos los equipos en los que jugó como profesional: «En la ciudad en la que juegas, o haces una fiesta en casa o firmas tu muerte. Entonces me diversifiqué, viajé. Siempre he sido de organizar fiestas, estructurar cosas de alto nivel. Siempre he tenido cuidado de hacer felices a todos».
Ronaldo también recordó un episodio en su época en el Inter de Milan junto a Vampeta, cuando desperdició una botella de vino que le costó 10.000 euros. «Él se quedó en mi casa y tenía una bodega con 100 botellas y yo me fui a Brasil. Se bebió todo. Dos semanas después había terminado todas las botellas de vino y abrió más cajas que tenía en el piso con más hasta que encontró un vino que era especial. Era una botella de 1976, el año en que nací, que había comprado en un restaurante de París por 10.000 euros. Era un vino caro que no iba a beber, estaba destinado a ser almacenado y él y sus amigos, en mi apartamento, abrieron esta botella y nos dieron a cada uno un vaso de plástico. Dijo que estaba caliente y puso hielo en el vino. Él cuenta esta historia como el ‘vino del Papa’, pero era mi vino, por el que pagué 10.000 por una botella de mi año, que debía conservarse por simbología», cuenta entre risas.
Ronaldo y las lesiones
No todo fue de color de rosa en la carrera de Ronaldo, pues las lesiones fueron un gran calvario para él. «En 1998 comencé a sentir una leve tendinitis y terminé bien el Mundial. Pensé que era algo normal que les pasa a muchos jugadores. A partir de 1999 empezó a empeorar mucho hasta que se rompió parcialmente. En el Inter cometimos un error al coser sólo parcialmente el tendón, pero nadie hubiera imaginado que seis meses después se rompería por completo».
«Cuando se rompió, al principio pensé que me habían tirado con una piedra o un tiro. Me caí y puse la mano en la rodilla para sujetarlo y fue cuando me di cuenta de que algo se había roto y me hizo pensar en la cabeza. Empecé a llorar no de dolor, sino de miedo y me pregunté ‘¿qué me está pasando?, mi carrera y mi vida se acabaron’», desvela el ahora propietario y presidente del Real Valladolid.
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