La rocambolesca historia de Mensik en Miami: de abandonar en primera ronda a ser campeón del Masters
El checo firmó el papel de renuncia una hora antes de debutar contra Bautista por molestias en la rodilla
El árbitro que debía recepcionarlo se encontraba comiendo y habló con un fisio que le trató y permitió competir
Mensik da la campanada en Miami y deja a Djokovic sin su título 100

El tenis y sus vueltas de guion. El pasado 21 de marzo Jakub Mensik recorría las tripas del Hard Rock Stadium con la firme intención de retirarse del torneo. El checo se dirigió a hacer el pertinente trámite de baja cuando apenas quedaba una hora para su debut. Sus molestias en la rodilla persistían y amenazaban con impedirle disputar la primera ronda del Masters 1000 ante Roberto Bautista.
Mensik lo tenía claro. Su único impedimento fue que el árbitro que debía firmar el documento no estaba, se encontraba comiendo. Mientras esperaba que regresase charló con Alejandro Resnicoff, fisioterapeuta y director de servicios médicos en el ATP Tour. Tras la conversación y las recomendaciones, se marchó al vestuario a vestirse de corto y compareció en pista para hacer claudicar a Bautista.
Y poco más de 24 horas después abrasó a un Jack Draper que venía de conquistar Indian Wells. Las molestias fueron cesando a medida que ganaba partidos Los rivales se sucedían y todos con el denominador común de la derrota. Safiullin, Machac (retirada), Fils, Fritz y el sempiterno Djokovic en la final. Mensik se convirtió en el quinto tenista más joven de siempre en ganar un Masters 1000.
Una vez que el confeti adornaba el cielo de Miami y ya con el trofeo entre las manos, el checo se acordó de aquel fisioterapeuta que evitó su retirada en primera ronda. «Hizo un milagro. Gracias a él, estoy aquí. Fue una locura. Dos días antes de debutar tenía una gran inflamación en la rodilla y no podía casi ni correr en la cinta. Una hora antes de debutar me estaba tomando antiinflamatorios, pero nada funcionaba. Yo pensaba ‘¿Cómo voy a jugar si no puedo andar?’», desveló.
Mensik, de no correr a ser campeón en 10 días
El checo freció más detalles sobre los entresijos de su recuperación. «El fisio me hizo un tratamiento y yo me di una última oportunidad. Mejoré un poco, pero seguía con muchos dolores. El primer partido lo gané como buenamente pude, después tuve un día libre y la rodilla fue mejorando. Es una historia loca, tener este trofeo aquí es más increíble todavía si tenemos en cuenta lo que pasó», contó.
De la emergente ‘generación post Alcaraz’, denominada así simple y llanamente porque son tenistas más jóvenes que el murciano, ya que Carlitos apenas sólo tiene 21 años aunque parezca lo contrario por su prematuro aterrizaje en la élite, emerge en Miami un Jakub Mensik que a los 19 años oposita a aterrizar en las alturas.
El checo no cuenta con el aura que acompaña a Fonseca en cada torneo desde que empezó el año, ni su nombre copa los focos, pero ha ido aglutinando victorias como una hormiga hasta plantarse en la final a la chita callando. «¿Poca presencia en prensa? No tengo una respuesta clara para esto, tal vez sea por el hecho de venir de República Checa, un país más pequeño», argumentó.
Mensik, diestro y de variedad de golpeos, posee una planta , 1,93 metros, que le permite atizar la pelota arriba y alcanzar un potente servicio. Su juego es valiente y atrevido y con un tenis que casa de maravilla con la pista dura. Responde al arquetipo de tenista moderno. También en mentalidad. «Mi objetivo es ser el número uno del mundo».
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