Ramón tenía razón

Las renovaciones de Gavi y Araujo entran en terreno pantanoso

Las renovaciones de Gavi y Araujo entran en terreno pantanoso
Ramón Álvarez de Mon

Los problemas económicos y con el límite salarial no se han acabado para el Barça. El pasado verano, gracias a las palancas, pudo moverse con cierta soltura, aunque no hay que olvidar que precisó de un día adicional para inscribir a Marcos Alonso. Se trataba de un alivio temporal ya que no puede haber todos los veranos palancas y más después de la modificación normativa llevada a cabo por la Liga que ha limitado mucho su efecto.

A día de hoy, el Barcelona de Laporta no puede inscribir la renovación de Gavi y Araujo y tampoco podría inscribir una futura renovación de Balde. Después de más de 200 millones de inversión en fichajes, el Barça estaría en una situación precaria pese a la salida de Piqué y la venta de Depay. Esto se debe a que incumple dos artículos de la normativa, el 101 y el 93.6.

El primero prohíbe inscribir renovaciones cuando es previsible que la masa salarial exceda el límite de la temporada que viene. Es decir, los pronósticos de la Liga van en la dirección de que el Barcelona volverá a estar en una situación de exceso en su límite salarial debido a que los gastos han ido en aumento y los ingresos recurrentes, tras la venta de activos, han ido a la baja. Tebas reconocía hace poco que Laporta y Alemany debían bajar la masa salarial en unos 200 millones para equilibrar. Las salidas de Depay y Piqué todavía no han logrado ese efecto.

El otro artículo que incumple el Barça es la presentación de un plan de tesorería a dos años para explicar qué hará con el dinero de las palancas. Digamos que a la Liga le preocupa que los ingresos extraordinarios que pueden percibir los clubes lleven a inversiones y gastos extraordinarios que cuestionen su viabilidad a futuro. No olvidemos que la normativa de la Liga tiene como principal espíritu la sostenibilidad a futuro de los clubes.

Con toda esta situación, los contratos que aún figuran inscritos en el caso de Gavi y Araujo son los anteriores, los que vencían en 2023. Al margen de que probablemente estos jugadores ya estén cobrando los contratos nuevos, lo cual podría ser un fraude de ley, el problema administrativo es evidente si no logran resolver esta situación antes de 30 de junio. En esa eventualidad, Gavi y Araujo serían jugadores libres a nivel federativo y el Barça se vería en la obligación de «ficharlos» con las limitaciones que existen para los clubes excedidos. La regla 4 a 10 entraría entonces en juego. Ya se sabe, para inscribir a un jugador de 4, antes habría que acreditar un ahorro de 10.

Parece increíbles que el rey de los fichajes en el pasado verano se vea en esta situación. La caída en Champions en fase de grupos sin duda ha influido, pero ni con una gran Champions el Barça tendría balanceados los ingresos y gastos ordinarios. Da la sensación de que hacen falta medidas de bastante más calado. Veremos cómo lo resuelven en Can Barça.

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