LIGA BBVA: REAL MADRID VS EIBAR (4-0)

El Madrid ensaya la remontada

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Los jugadores del Real Madrid celebran un gol ante el Eibar. (AFP)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Recibía la peña del Bernabéu al Real Madrid como una madre a un chaval consentido que vuelve pedo de madrugada: enfadada pero no sorprendida. El madridismo ya se ha habituado a los petardazos de un equipo tan fiable como un mueble del IKEA, que da el pego cuando lo enseñas pero luego se rompe a las primeras de cambio. Al madridismo le joden las pifias de su equipo, pero más de uno ya se ha puesto el chubasquero de la indiferencia ante un grupo de jugadores que llevan dos años disfrazados de mecánicos de coches: sólo dan disgustos y sablazos.

Zidane le hacía un lifting al equipo y estiraba la piel del once igual que la cara de Valentino. La revolución estaba cantada y los cambios servían de inmerecido descanso para los villanos de Wolfsburgo y de tapones para los pitos. El Bernabéu se quedaba con las ganas de silbar a más de uno. De las huestes madridistas vencidas y humilladas en Alemania, apenas repetían tres soldados: Pepe, Casemiro y Cristiano Ronaldo. Vamos, que Zizou cambiaba hasta de portero.

Kiko Casilla volvía bajo los palos como cuando un cuñado que se presenta en tu casa: de repente y por sorpresa. La defensa era a estrenar: Carvajal, Pepe, Nacho y Arbeloa. Así, recitada de carrerilla daba un poco de repelús, pero al Real Madrid, con la cabeza, el corazón y los huevos en la remontaba, tanto le daba un susto del Eibar en el Bernabéu. Y a Zidante el primerio.

En el centro del campo repetía Casemiro, que se ha quedado encajado en el once titular como un trozo de carne entre los dientes. A su lado, los sospechosos habituales tenían quién sabe si su útima oportunidad: Isco y James. Los dos fofisanos del Real Madrid saltaban al ruedo del Bernabéu con un público más predispuesto a tirarles almohadillas que a sacarles a hombros.

Arriba jugaba Cristiano, faltaría más. No va a a ser que el luso se pierda un récord, un Pichichi o una Bota de Oro. A su lado, dos canteranos con apellidos sacados de Tintin: Vázquez y Rodríguez. Quiero decir Lucas y Jesé, para que se me entienda. Enfrente un Eibar que se plantaba en el Bernabéu con una racha de siete partidos sin ganar, pero con las armas afiladas para dar un susto.

El Madrid, a toda pastilla

Jesé y James empezaron enchufados, como los sobrinos de Carmena. Una galopada del canario fue frenada en falta sobre la frontal por Dani García. El colegiado Sánchez Martínez acertó al señalar la acción fuera del área y James demostró que es el mejor lanzador de faltas del Madrid con un zurdazo fuerte y colocado al palo del Riesgo. Los blancos se ponían por delante a las primeras de cambio y a Mendilibar se le rompía la pizarra.

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James celebra el 1-0 ante el Eibar. (Reuters)

El Eibar empezó a apretar arriba, un poco a la desesperada, pero incomodó la salida de balón del Real Madrid. En el minuto 13 una buena maniobra de Lucas Vázquez concluyó en una chilena interruptus de Cristiano Ronaldo, que pudo haber parado ese balón para seguir aumentando su cuenta realizadora.

Cuatro minutos después, el Madrid enseñaba el camino de la remontada con una jugada ágil, vertigionsa y coral como una peli de Tarantino. La inició Arbeloa, la aceleró James, la mejoró Cristiano con un regate seco y una generosa asistencia y la concluyó a la carrera Lucas Vázquez.

Y a los 19 una contra, con la defensa de Mendilibar demasiado adelantada, cayó el tercero. Lo consiguió Cristiano, después de una carrera de relevos con Jesé. Ambos reventaron a la zaga del Eibar, que intentaba retroceder como un grupo de cheerleadores perseguidas por zombis furiosos. Obviamente, El Bicho y El Bichito se los comieron. El Real Madrid firmaba un 3/3 óptimo como ensayo de la remontada.

Cambio radical

El cuarto volvió a llegar por la buena actitud defensiva de James, activo como un sindicalista en un piquete. El colombiano recuperó un balón en el centro del campo y la puso para la carrera de Cristiano por la banda izquierda. El luso fue adelantando rivales como le Mercedes de Hamilton y se la puso a Jesé, que marcó a placer en el segundo palo. Se lució un minuto después Kiko Casilla en respuesta a un cabezazo a bocajarro de Pantic.

En el segundo tiempo Riesgo evitó el quinto nada más salir. Fue con una prodigiosa mano abajo tras un cabezazo picado de Cristiano. También volvía a aparecer en plano Kiko Casilla, para despejar a córner un remate de Borja Bastón.

Zidane agitó al Bernabéu al sacar a Carvajal y meter a Danilo. La pitada del madridismo era un editorial de que le han tomado la matrícula y va a tener muy difícil su supervivencia en el equipo la próxima temporada. Así es la afición del Real Madrid, que siempre defiende a un canterano por encima de un extranjero, por mucho que el canterano haya hecho un penalti absurdo que te costara una final de Champions el año pasado.

El juego había perdido emoción porque no tenía incertidumbre. Empezaba a ser un amistoso veraniego. El Real Madrid no quería más goles y el Eibar tampoco podía hacer mucho mas. Tuvo Cristiano el quinto rondanto el 75, pero el centro de Lucas iba un poco fuerte y el luso –que no tenía necesidad de estar sobre el campo pensando en el martes– llegó demasiado forzado al remate.

También tuvo la suya Borja Bastón, pero su remate se estrelló contra la cruceta. Los jugadores del Madrid ya estaban pensando en qué restaurante iban a reservar para cenar. El armisticio estaba firmado y no era cuestión de meterse en líos en un duelo resuelto desde hacía tiempo. También se relajó Sánchez Martínez, que dejó sin sanción un claro penalti a James en el 85. Y hasta Danilo pudo marcar un gol, pero Riesgo lo evitó con una salida valiente a los pies del brasileño.

El partido se acababa sin gas y empezaban a descontarse en el cronómetro del madridismo los minutos para la remontada. Se viene el Wolfsburgo, un equipo sin nombre ni historia, pero que llega con un 2-0 en el maletero. El Real Madrid ensayó la remontada ante el Eibar, ahora sólo falta saber si la actitud de los jugadores de Zidane será la misma en el estreno de Champions. El Bernabéu espera. Y no perdona. Remontada o fin de ciclo.

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