El Real Madrid se ensaña con el Barça en Euroliga
El Real Madrid se tomó cumplida venganza de la derrota de hace unas semanas en el Palau Blaugrana contra el Barcelona pasando por encima (92-65) del eterno rival en Euroliga. Los blancos destrozaron con su intensidad a unos culés que, en esta ocasión, eran víctimas de las bajas ante unos locales en plenitud física.
Randolph –16 puntos–, Carroll –15 puntos– y Thompkins –17 puntos– dominaron el primer, segundo y cuarto periodo, respectivamente, con su acierto desde la línea de tres puntos. Laso supo exprimir a sus hombres clave cuando estuvieron en racha asestando al Barcelona una derrota gigantesca que encantó a un Palacio que necesitaba una fiesta así.
El Madrid tenía una cuenta pendiente con el Barça y se lo hizo saber desde el primer minuto. La derrota en Liga Endesa en el Palau, que se celebró como si de un título se tratase, picó a los madridistas para salir en tromba en busca de una victoria histórica.
Aupados por un tremendo primer cuarto de Anthony Randolph –13 de los 22 puntos blancos–, los chicos de Laso tomaron el liderato y no lo soltaron durante el resto del choque. Los blancos, poco a poco, fueron madurando a unos culés que no equiparaban el ritmo frenético ofensivo local.
El segundo cuarto fue el de la tormenta perfecta blanca. Jaycee Carroll tomó el relevo a Randolph ametrallando desde la línea de tres a los azulgrana y estableciendo las primeras ventajas en dobles dígitos. Por si fuera poco, Tavares cerró la puerta bajo el tablero anfitrión con varios tapones que hicieron que los visitantes se quedasen en unos pírricos 13 puntos en ese periodo.
El Madrid puso la guinda a tan buen cuarto con un triple desde 26 metros de Campazzo para establecer el 53-30 en el tiempo de descanso. Los blancos sólo habían tirado con un acierto superior al 50% en sus lanzamientos de campo, sino que apenas habían cometido dos pérdidas de balón. Rudy, enfermo con fiebre, se perdió quizá la mejor primera parte del año en el Palacio.
Reacción culé insuficiente
Pero el Barça debía despertar para no salir más humillado y vaya que si lo hizo. A través de la defensa férrea, con el dúo compuesto por Smits y Oriola, se pusieron serios bajo el tablero al tiempo que el Madrid cometía seis pérdidas en un cuarto. El parcial culé fue de 12-0 a mitad del tercer periodo, aunque no peligró la victoria blanca sí evitó un resultado escandaloso.
En el último cuarto, el público local se mofó del ex madridista Ante Tomic, muy desafortunado en sus intervenciones. Los fallos del croata permitieron a los blancos retomar la veintena de puntos y exhibirse a un Campazzo al que le gritaban: «MVP, MVP…». Pero el que realmente se ensañó con los culés fue un Thompkins que no fallaba un triple y que terminó como máximo anotador. El Madrid se gustó y machacó a un Barça al que se la devolvieron.