Ramón tenía razón

Ramón tenía razón: la farsa de Laporta sobre la vuelta al Camp Nou

Nuestro columnista explica las mentiras del presidente del Barcelona sobre el regreso del equipo a su estadio en obras

"La farsa está llegando a su fin", avisa

Laporta se chotea de los socios del Barcelona: "Volveremos al Camp Nou lo antes posible"

Camp Nou
Kike Sáez

La farsa sobre la vuelta al Camp Nou está llegando ya a su fin. El Barcelona ha logrado con tanta promesa incumplida que ni siquiera sus más acérrimos ya se crean la enésima fecha anunciada. Cabe recordar que todo empezó cuando se anunció que el Barça volvería en noviembre del 24 «salvo catástrofe mundial».

Cuando llegó la citada fecha, la vuelta se pospuso para diciembre, un mes después. En realidad el Barça ya sabía que resultaría imposible, pero qué más da mentir cuando no te pasa factura. Para entonces ya se había logrado empezar la Liga con tres partidos fuera de casa y que colasen inicialmente ingresos presupuestados por la vuelta al Camp Nou.

Cuando se evidenció lo que todos sabíamos, el Barça fue despejando el balón hacia adelante filtrando fechas de vuelta que nunca se cumplieron hasta el anuncio oficial de vuelta en agosto que por supuesto también resultó ser falso. Un mes después, el Barça se ha vuelto a beneficiar de una medida de gracia y podrá jugar en el Johan Cruyff incumpliendo la normativa –cualquier comparación con la situación en la que jugó el Real Madrid en el Di Stéfano es insultante–, y se habla de nuevo de finales de septiembre como fecha de retorno, que algún día ocurrirá, claro.

Más allá de la falta de respeto hacia sus socios y aficionados, creo que debemos saber leer lo complicado de la situación. Nadie debería reprochar a Joan Laporta que se retrasen las obras, –sí quizás la empresa escogida–, pero sí los compromisos alcanzados que se están incumpliendo con motivo del retraso. Es muy probable que aquellos que han financiado la obra del Camp Nou estén realmente molestos con la mala planificación y puedan penalizar al club. También lo debería de poder hacer Spotify, cuyo nombre figura en un estadio que no se usa.

El Barça también ha adquirido compromisos de ingresos con la Liga y con la UEFA, que ya le ha impuesto una sanción de 15 millones y ha condicionado otros 45 millones más a que el Barça cumpla sus compromisos. El enésimo auditor también está vigilante de la vuelta al Camp Nou para imputar como ingresos la venta de los 475 sitios VIP por 100 millones de euros. Quizás es por esto por lo que Laporta, tras confirmarse el gatillazo con el Gamper, reconoció que tanta filtración de vuelta obedecía a la intención de tensionar a los que ejecutan la obra.

Salvo por el condicionamiento del calendario y la excepción hecha con el Johan Cruyff, al menos debemos reconocer que esta disfuncionalidad del Barcelona sólo está perjudicándole a sí mismo y sus seguidores. Al menos en este caso no estamos pagando el resto las cosas mal hechas. Es un avance que debemos celebrar aquellos que estamos ya bastante hartos de la continua excepcionalidad que existe con este club.

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