Radiografía de Carlos Alcaraz: hay vida después de Nadal
Carlos Alcaraz ha hecho historia al meterse en los cuartos de final del US Open como el tenista más joven en lograrlo en la Era Open. El murciano, de 18 años, va a por todas en Nueva York. Su carrera no ha hecho más que arrancar pero reúne todos los ingredientes para llegar todo lo lejos que se proponga
Carlos Alcaraz da el estirón en el ranking de la ATP
Alcaraz, un poeta en Nueva York
Con tan solo 18 años, Carlos Alcaraz ya ha entrado en la historia del tenis como el jugador más joven en alcanzar los cuartos de final del US Open en la Era Open. El murciano sigue lanzado en su primera aventura en Nueva York y está dispuesto a llegar lo más lejos posible. De momento, ya ha logrado su objetivo de acabar la temporada entre los 50 mejores tenistas del mundo. Una incipiente carrera de un tenista que reúne todo lo necesario para triunfar: talento, ambición, dedicación, madurez y un gran equipo alrededor.
A lo largo de su historia, el tenis español ha podido presumir de grandes raquetas que han colocado a España como una gran potencia mundial en este deporte. Campeona de la Copa Davis en seis ocasiones, ha presumido también de varios jugadores a la cabeza del ranking mundial, pero ha sido sin duda la figura de Rafa Nadal la que ha dado grandeza al tenis español. Coincidir en el tiempo con tenistas de la talla de David Ferrer o Roberto Bautista los eclipsó de algún modo y el futuro pintaba bastante desolador cuando el balear vea el momento de colgar la raqueta.
Es indiscutible la calidad a raudales que hay entre los tenistas españoles, prueba el reciente bronce de Pablo Carreño en Tokio 2020 ante Djokovic, pero esa magia y pasión que despierta alrededor el balear en cada partido parece muy difícil de alcanzar. Hasta que ha aparecido Carlos Alcaraz. Su carrera no ha hecho nada más que empezar, pero el murciano reúne todos los ingredientes para triunfar y sobre todo hacer vibrar al público con su tenis.
Trabajo y talento
Desde bien pequeño Carlos Alcaraz demostró su talento con la raqueta de tenis. Su mánager, Albert Molina, vio que tenía calidad suficiente para entrenar con 14 años en la Academia JCFerrero-Equelite. Empezó unos días al mes, después varios días a la semana, hasta que con 16 años se estableció de manera permanente y pasó a convertirse en el pupilo de Juan Carlos Ferrero.
El tenista de El Palmar (Murcia) es consciente de que la verdadera razón del éxito está en trabajar día a día, para dar el máximo en la pista. Esa es su filosofía y la que le ha permitido ir creciendo día a día, desde lograr el año pasado su primera victoria en el circuito de la ATP, triunfar en Challengers, meterse en los Grand Slams sumando victorias en cada uno de ellos y conquistar su primer título ATP el pasado julio. Sin duda, el gran salto lo ha dado en Nueva York, clasificándose por primera vez para los cuartos de final de un Grand Slam – su techo era la tercera ronda que logró en Roland Garros-.
Gran equipo alrededor
Desde Juan Carlos Ferrero, su entrenador, hasta Albert Molina, su mánager y todo el equipo que forma parte del trabajo diario de Carlos Alcaraz en la Academia JCFerrero – Equelite de Villena son razón también del éxito del murciano. Un gran equipo que no sólo lo sabe llevar en la pista sino también vigilar que se dan los pasos correctos y lo mantienen al margen de todo el revuelo alrededor de su figura. Han sido los primeros que lo han apartado de cualquier comparación con Rafa Nadal y los que le ayudarán también a digerir todo lo que está pasando en Nueva York.
«Muy feliz por el nivel que mostró Carlos Alcaraz ayer. Trabajamos a diario para días como este. Te ganaste esta victoria. Sigamos trabajando para la siguiente», dijo su entrenador, Juan Carlos Ferrero, después de que su pupilo eliminara al tercer favorito del torneo, Stefanos Tsitsipas.
Mentalidad
Una de las principales armas de Carlos Alcaraz es su mentalidad. El jugador demuestra una gran madurez pese a su juventud y es muy fuerte en el aspecto mental. Lo ha demostrado en este US Open no viniéndose abajo cuando el rival lo ponía contra las cuerdas. Levantó un 5-2 en contra en el tercer set ante Stefanos Tsitsipas para terminar llevándose la manga en el tiebreak y también haciendo frente a las continuas embestidas de Gojowczyk. Se le fue el primer set y el tercero, pero logró forzar el quinto set y arrollar a su rival.
Además, es uno de sus gestos más repetidos en cada partido. Carlos Alcaraz se señala constantemente la cabeza, mientras mira a su equipo cuando le da la vuelta a una situación en contra. «Vamos», se dice, a medida que los puntos van llegando para él en los momento más cruciales.
Agresividad
Al murciano le gusta ser agresivo en cada uno de sus golpes, ataca con una derecha demoledora y también tiene un potente revés. Su frescura de piernas le permite llegar a cualquier bola, y es capaz de dejar clavado a su rival con un sutil toque de muñeca para matar la bola cerca de la red. Sale enchufado desde el primer momento del partido y con el tiempo está aprendiendo a leer el ritmo de los encuentros, sabiendo adaptar su juego al momento y no bajando los brazos pese a verse por detrás en el marcador.
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— US Open Tennis (@usopen) September 6, 2021
Carisma
Para triunfar en el tenis hace falta también tener carisma y de eso no le falta a Carlos Alcaraz. El murciano se ha metido al público neoyorkino en el bolsillo gracias a su contagiosa pasión por el juego. En su primera aparición en la Arthur Ashe logró que la grada fuera con él enseguida e incluso llegó a corear su nombre para auparlo en su batalla ante Tsitsipas. Después, en octavos, también era el favorito del partido ante el alemán.
Ambición
Carlos Alcaraz ha demostrado que ambición no le falta. De momento su primer objetivo del año ya lo ha cumplido, pues acabará entre los 40 mejores del mundo tras su paso por Nueva York. A su corta edad, ya suma victorias en cada uno de los cuatro Grand Slams y es el tenista más joven que se ha metido entre los ocho mejores del US Open en la Era Open.
Su sueño es conquistar Grand Slams a su carrera y lejos de darse por satisfecho con su gran actuación en el US Open, Carlos Alcaraz quiere más. No le valen los cuartos de final. «Voy a por más, no me conformo», decía a los micrófonos de Eurosport tras su victoria ante Gojowczky. Un talento en bruto que bien llevado como está puede llegar todo lo lejos que se proponga.
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