EUROCOPA 2016

Portugal y Cristiano se divorcian del gol (0-0)

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Cristiano Ronaldo y Portugal no pudieron hacer nada para evitar el penalti. (Getty)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Austria contaba con todas las taras de equipo pequeño. Portero incapaz de sacar más allá del centro del campo, defensas amantes del pelotazo, delantero con alto y con poca cintura e incluso la estrella de turno–Alaba– que juega en su club en una posición y que con su selección se reconvierte en un mediapunta inofensivo.

Portugal tenía que hacerlo muy mal para no darle un repaso a un equipo que está en la Eurocopa por aquello de convertir este torneo en un evento global del continente. Que tiempos aquellos en que clasificarse para la Eurocopa no era un regalo. Austria fue a la 2008 invitado como organizador y a ésta sin mayor motivo que tener un buen futbolista como Alaba.

Pese a todo, los lusos desplegaron un fútbol muy efecticista, pero apenas efectivo. Las bicicletas, los taconazos o los caños no valen de nada si no hay remate y de eso adoleció el equipo de Fernando Santos en toda la primera parte. Nani y Quaresma, idolatrados en la redes y en los anuncios de Nike por sus habilidades para el desborde, centraban una y otra vez sin encontrar un ‘9’ fijo que rematara en el área.

Cristiano, en su empeño por organizar a Portugal y no encasillarse en el puesto de delantero centro que tan poco le gusta, apenas cazó dos de sus extremos. Una se marchó lamiendo el palo de Almer y la otra hasta un juvenil la podría haber solucionado. Por si fuera poco, Cristiano se frustró más tras molestar a Carvalho en otra ocasión clara en un remate de cabeza en un córner. Los primeros síntomas de que no sería el día del ‘7’.

Austria, poco a poco, iba creciéndose con Harnik y Alaba obligando a los ancestrales Carvalho –38 años– y Pepe –34– hacer un tremendo esfuerzo en las contras. Parecía que al defensa del Mónaco se le podría salir el chasis en alguna carrera con los austríacos. Así las cosas, Portugal suspiró con la llegada del descanso. Había que reagrupar ideas para encontrar como fuese el gol que tanto se les resistía.

Portugal siguió gafada como con Islandia

Cristiano salió con el gol entre ceja y ceja, pero el primero en golpear fue Austria con un tremendo latigazo de Harnik. La ocasión de los alpinos no era más que un espejismo. Portugal recuperó la posesión y Cristiano obligo a Alder a hacer dos grandes paradas a disparo de larga distancia y a cabezazo del jugador del Real Madrid.

Por si era poco inverosímil el duelo, el seleccionador austríaco Marcel Koller decidía sacar a Alaba para presentar una configuración más defensiva. Portugal arrinconó a su rival y tarde o temprano iban a sacar réditos del acaso. Cristiano fue derribado por Hinteregger en el minuto 79 y Nicola Rizzoli dictaminó la pena máxima. 

La estrella del Real Madrid, como es lógico, asumió la responsabilidad, pero estaba claro que no era su día. El luso engañó a Almer, pero su disparo raso se estrelló contra el poste de la portería ante su incredulidad y la de sus compañeros. El vaso parecía colmado para Cristiano, pero todavía le quedaba otro mal trago que pasar.

A cinco minutos del final, Cristiano remató con su cabeza al fondo de las mallas una falta botada por Raphael. Con el banquillo de Portugal invadiendo el campo, el asistente de Rizzoli invalidó el gol por claro fuera de juego de un Cristiano que se lo jugará a todo o nada contra Hungría en la última jornada de la fase de grupos. Portugal tiene que intentar recuperar a su gran estrella a cualquier precio. Porque sin él no hay, y sin eso no llegarán muy lejos en esta Eurocopa.

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