Picotazo al Barça de Xavi
El Barcelona ha salvado un punto agónico en el derbi frente al Espanyol (2-2). Un gol en el minuto 96 de Luuk de Jong ha abortado la remontada perica y ha permitido al equipo azulgrana empatar a puntos con el Atlético de Madrid en la encarnizada pelea por la zona Champions. Sonrisa final para un mal encuentro del equipo dirigido por Xavi Hernández en el día que perdonó a Ousmane Dembélé.
Satisfecho por la goleada al Atlético, Xavi repitió su once inicial salvo la obligada entrada de Sergiño Dest por la sanción de Dani Alves. El puesto de 9 de para Ferran Torres y tres arietes puros sentados en el banquillo azulgrana (Aubameyang, Luuk de Jong y Braithwaite). Todos se relamían en la banda viendo a Adama Traoré ganar la línea de fondo y una otra vez.
Cuando el Barça inauguró el marcador, todo lo que había ocurrido se limitaba a los habituales pitos a Piqué. El empate a cero solo se mantuvo durante 74 segundos. Jordi Alba metió un centro espectacular y Pedri le ganó la espalda a Cabrera. El canario se lanzó en plancha y atinó a rematar con el tobillo derecho. Estaba tan cerca de Diego López que el portero ni la vio. La pelota tocó en el palo antes de entrar. 0-1 en Cornellá.
Era la quinta asistencia en el campeonato de Alba, tantas como en toda la Liga anterior, demostración de su buen momento. Entre el zurdo y Gavi volvieron tarumba a Aleix Vidal por la banda izquierda. Por la derecha, Adama se hartaba a meter centros sin encontrar rematador. Suya fue también la cristalina ocasión para anotar el segundo en el minuto 38, pero su voléon se estrelló con el cuerpo de Diego López, perro viejo en su salida para achicar espacios.
Para entonces el derbi ya había cogido su temperatura habitual y se sucedían amagos de tangana, el más reseñable después de una dura entrada de Keidi Baré a Ronald Araújo. Piqué, en el día que superaba a Puyol como el quinto jugador que más veces ha vestido la camiseta azulgrana (594 partidos y contando), defendía al bisoño Gavi de la reprimenda de Sergi Darder. Con los jóvenes si te atreves, parecía decirle. Luego el centrocampista se atrevió con el golpeo al balón y de qué manera. Suyo fue el tanto del empate justo antes del descanso.
Raúl de Tomás, exquisito en el control de un balón largo, durmió la pelota en el área y esperó a la llegada de compañeros. El Espanyol, muy intenso en cada jugada, respondió a la llamada de su líder y Darder recibió en buena posición. Acomodó la posición y se sacó un disparo con rosca muy ajustado, imposible para Ter Stegen. La plástica palomita del germano solo sirvió para adornar la foto. Tablas al descanso.
DEMBÉLÉ VUELVE Y PIQUÉ ACABA EXPULSADO
El recuperado Eric García entró en el intermedio para sustituir a Araújo, quien pidió el cambio por molestias en el sóleo de su pierna izquierda. A los diez minutos de la reanudación, Gavi cantó gol tras resolver una jugada embarullada, pero fue anulado por fuera de juego de Frenkie de Jong, que solo pasaba por allí. Xavi le ‘premió’ con el cambio por Aubameyang. Coitus interruptus en la parroquia culé y a seguir remando por la Champions.
El gabonés tenía medida hora para demostrar su talento, pero fue De Tomás quien volvió a hacerlo. Darder filtró un gran pase interior, Eric García midió horriblemente mal y RDT se quedó solo ante Ter Stegen. Fusiló sin piedad y lo celebró con la postura de buda. Mientras la afición perica enloquecía con la remontada, su delantero simulaba una sesión de meditación. Un tipo especial, no hay duda.
Pero para especial, Ousmane Dembélé. Repudiado por gran parte de la afición y condenado públicamente por su propio entrenador, encontró un perdón por obligación. Volvió a saborear el fútbol por la banda izquierda, dentro de la acumulación de hasta cuatro delanteros que diseñó Xavi para evitar la derrota. Le quedaban 20 minutos para comprobar si su apuesta ultraofensiva funcionaba.
El Espanyol se apiñó con mucho orden en torno a Diego López y se hartó a repelir balones bombeados. La apuesta subió de cuatro a cinco atacantes con el ingreso de Luuk de Jong. El neerlandés se vistió de héroe para rescatar un punto en el minuto 96 al rematar de cabeza, por fin, un centro del incasable Adama. No lo vio en el campo Piqué, expulsado poco antes por un enganchón con Nico Melamed, que también vio la roja. El Espanyol alarga su maldición: no gana al Barça en Liga desde la temporada 2006/07.
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