Otro ridículo y fuera de Europa
Fracaso. Esa es la palabra que define la participación del Atlético de Madrid en esta Champions. En un grupo bastante asequible, el equipo de Diego Pablo Simeone no ha sido capaz siquiera de clasificarse para la Europa League. Los rojiblancos firmaron otro ridículo histórico tras caer ante el Oporto (2-1) en un partido muy flojo del Atleti tanto en defensa como en ataque, y dicen adiós a Europa.
El Atlético necesitaba ganar si no quería depender de lo que ocurriera en el Leverkusen-Brujas. El partido no era para nada un trámite pese a estar eliminados de la Champions League, ya que todavía debían cerrar su participación en la Europa League. Para ello, Simeone sacó toda la artillería pesada desde el inicio con Joao Félix acompañando a Griezmann en ataque. Pero la realidad es que este equipo está para los leones y así se vio desde el arranque.
El partido no podía empezar peor para el Atleti. Taremi adelantaba al Oporto en el minuto 5, en una jugada marcada por la pasividad defensiva y la falta de intensidad de la zaga rojiblanca. El delantero iraní anotó a puerta vacía sin oposición alguna. El gol dejó muy tocados a los rojiblancos y eso estuvo a punto de costarles el segundo unos minutos después. Por suerte, el santo Jan Oblak apareció para obrar un nuevo milagro y salvar a los suyos.
El Atleti despertó por momentos pero no fue mas que un espejismo porque el Oporto haría el segundo en el ecuador de la primera mitad. Los de Simeone seguían sin comparecer en Do Dragao. Savic salía a por uvas levantando la pierna como si fuera un gimnasta, pero Galeno le ganó la partida. Para colmo, Reinildo se resbaló al intentar tapar el disparo de Eustáquio.
El Atlético, K.O.
El segundo gol dejó grogui a los rojiblancos a los que todavía se seguía esperando. Los de Simeone se marcharon al descanso sin haber comparecido en el partido. El Oporto parecía el Barça de Guardiola cuando salía al ataque. Cada llegada era sinónimo de peligro, mareaban a la defensa como querían y se paseaban por el área de Oblak como Pedro por su casa.
Los cambios activaron un poco al Atleti, en especial la entrada de Carrasco. Griezmann marcaría un gol que daba alas a los colchoneros, pero entonces apareció Orsato para rebajar la euforia rojiblanca anulando el gol por una falta inexistente de De Paul sobre Galeno en un balón dividido. El VAR se lavó las manos y no entró en escena. Correa y Carrasco se toparían con Diogo Costa minutos después.
El Atlético despertó, pero lo hizo tarde. Mientras tanto, Oblak sostenía a su equipo con grandes paradas que permitían a los del Cholo que el resultado no fuera mayor. La zaga rojiblanca hacía aguas atrás. Los minutos pasaban y el Atleti apenas ponía en apuros al meta portugués del Oporto. Para colmo, el Leverkusen empataba con el Brujas y eso les dejaba fuera de Europa. Al final, el Atleti consiguió reducir diferencias en el 95 con un tanto de Marcano en propia puerta pero no fue suficiente y consumó el mayor fracaso de la era Simeone.