Nadal no da opción a Dellien en su estreno en el Open de Australia
Rafael Nadal superó al boliviano Hugo Dellien en su debut en el Open de Australia y se abre paso hacia la segunda ronda del primer Grand Slam de la temporada. Nadal no dio opción a su rival, al que batió en tres sets
El camino de Rafael Nadal en el Open de Australia comenzó con una cómoda victoria. El manacorense se estrenó en el primer Grand Slam del año mostrando un nivel óptimo de cara a luchar por el título, pero aún en una fase inicial que sólo puede evolucionar. El primer escollo de Rafa en Melbourne, el boliviano Hugo Dellien, no pudo sino rendirse (6-2, 6-3, 6-0) ante el talento y la potencia de los golpes del número uno del ranking ATP, que se impuso en tres sets para abrirse paso hacia la segunda ronda.
La irregular versión mostrada en la ATP Cup hace dos semanas propiciaba algunas dudas en torno al estado de forma de Nadal. Djokovic había recortado ventaja en la carrera por el número uno y Rafa, defensor de la final en Melbourne Park, estaba casi obligado a despejarlas desde el primer día para ser considerado favorito. Hugo Dellien, bolviano situado en el número 72 del ranking ATP y especialista en tierra batida parecía un rival propicio para sumar confianza a través de la victoria y ritmo con algunos intercambios que ayudaran a la adaptación de Nadal a la pista con la que convivirá –si no media eliminación– las próximas dos semanas.
Dellien saltó a la pista dispuesto a cumplir un sueño pero Rafa, ataviado con un look guerrero repitiendo con camiseta sin mangas, le endosó un rotundo 5-0 de inicio que habría tumbado a cualquiera en su estreno en un torneo. Agresivo, rápido y sobre todo, decisivo en varios juegos kilométricos, el manacorense dejó el trabajo hecho antes de un cierre de parcial que le costó más de lo habitual, con una rotura de Dellien que no pudo sino alargar la decisión final en el parcial hasta el 6-2 definitivo.
Rafa, siempre exigente consigo mismo, había puesto la primera piedra en Australia pero por el camino ya había cedido su servicio –con cuatro dobles faltas–, algo que repetiría en una segunda manga más corta en duración y en la que recuperaría sensaciones al saque a pesar del break de Dellien en el séptimo juego. Para entonces, el manacorense ya había tomado una ventaja de dos juegos que volvería a su cauce con un representativo contrabreak en el octavo. Dellien no iba a sumar ningún juego más en lo que resta de partido.
Hasta ocho se fue la cuenta de roturas de servicio de Dellien, que luchó hasta la última pelota para tratar de disfrutar de la tortura que se convierte cada partido con Nadal. Una oportunidad que no sabes cuando se volverá a repetir y en la que por momentos atisbó cierta competitividad con el número uno. En modo apisonadora, Rafa cerraba con un rosco su primer partido, convertido en paliza, en el Open de Australia.
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