BARCELONA VS LAS PALMAS: JORNADA 7 DE LIGA

Messi mantiene invicto a un Barça carente de fútbol brillante (3-0)

Messi
Los jugadores del Barcelona celebran un gol de Messi ante un Camp Nou vacío. (EFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Ernesto Valverde ha transformado al Barça en una máquina de ganar partidos. Nueve consecutivos lleva el equipo culé, aunque su juego diste mucho de los mejores días. Tres chispazos, uno de Busquets y dos de Messi, bastaron para derrotar a una Unión Deportiva Las Palmas que mereció una mejor suerte en un partido en el que los azulgrana desplegaron un juego gris, pero con un tremenda pegada.

El Barcelona comenzó el partido frío. La ausencia de público pareció hacer mella en los pupilos de un Valverde que optó por rotar y que se dio de bruces con un juego ramplón de su equipo ante Las Palmas. Para muestra de ello, los culés perdieron la posesión ante los visitantes en una primera mitad que recordó a los tiempos más oscuros de Luis Enrique. Y además ganaron por 4-0 en amonestaciones. El mundo al revés.

Las Palmas, con una bandera española al pecho, inició el encuentro aculada atrás, pero viendo que los azulgrana no tenían ni hambre ni mordiente poco a poco se fueron quedando con la posesión de balón y las ocasiones. La dupla compuesta por Aquilani y Viera controlaron el tempo del duelo en el primer asalto y crearon múltiples ocasiones que Calleri no llegó a materializar.

Al Barcelona le bastaba con muy poco para sembrar el pánico en los rivales como demostró Messi. El argentino, en una versión perezosa, vio cómo su falta desde la frontal en el minuto 20 era desviaba de preciosa palomita por parte de Chichizola. Por si fuera poco, el rechace caía en las botas de un Suárez que disparaba al muñeco. El bajón de forma del uruguayo es cuanto menos inquietante.

Las Palmas se fue creciendo conforme avanzaba el duelo y Calleri dispuso de la ocasión más clara de la primera mitad en el minuto 43. El punta estrelló en el poste un gran centro raso de su compañero Tannane. El descanso era la mejor noticia posible para un Barça que parecía tener la cabeza en otro sitio, aunque no es excusa. El bajón de juego en los últimos dos partidos ya era acentuado.

Los cambios funcionan a Valverde

El técnico azulgrana tomó medidas para mantener su racha inmaculada e introdujo a Iniesta y Rakitic al descanso buscando recuperar el balón y las ocasiones. El cambio de actitud llegó rápido para unos culés que se adelantaron, sin embargo, por medio del balón parado. Busquets se anticipó en un córner a toda la defensa canaria con un cabezazo al primer palo, previa asistencia de Messi en el minuto 48.

El Barça pudo sentenciar tras dejar groggy a los amarillos, pero ni Suárez ni Messi atinaron para dar la puntilla a los visitantes. Las Palmas siguió amenazando la portería de Ter Stegen y todo hacía indicar que los culés no tendrían un final tranquilo.

Todo cambio con cinco minutos de inspiración de Leo Messi. El argentino perforó en dos ocasiones la portería Chichizola mostrando su talento y sangre fría en el uno contra uno tras dos buenas asistencias de Denis y Luis Suárez. El 10 no perdonó para ampliar su cuenta goleadora en la Liga hasta las 11 dianas. Hacía mucho tiempo que Messi no alcanzaba esas cifras goleadoras en una estación tan temprana.

Al Barça, de momento, le da sólo con él para estar en lo más alto de la clasificación. Luis Suárez sigue desconectado y fallón, además de que el juego bonito sigue siendo la asignatura pendiente de Valverde. La lesión postrera de Iniesta seguro que no ayudará a ello a unos culés que se han vuelto muy pragmáticos. Al final, puede que Paulinho encaje en esta filosofía.

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