Javier Fernández es una de esas leyendas de las que puede presumir el deporte español. El campeón mundial, medallista olímpico y seis veces campeón de Europa de patinaje mezcla ahora en su nueva vida diferentes proyectos profesionales y solidarios a la vez que ya piensa en su siguiente reto.
El patinador desvela a OKDIARIO que quiere ser entrenador. «Familiarizarme con el entrenamiento como técnico para mí sería algo nuevo», admite. Javier Fernández atiende a este periódico en la pista de hielo situada en la Plaza de Colón en Madrid y que permanecerá abierta hasta el 9 de enero en horario de 11:00 a 22:00 horas.
Esta pista cuenta con una vertiente solidaria, ya que el 10% de la recaudación se destinará a la Fundación Down España para facilitar la inclusión de las personas con Síndrome de Down. «Les hacemos probar a muchos el patinaje por primera vez. Ese dinero es para que ellos puedan hacer cada vez más actividades deportivas. Algo que les va a ayudar en el futuro y que no tengan barreras para hacer lo que quieran», explica Javier Fernández.
Un papel muy importante en este reto lo desempeña Mitsubishi Electric, que pone de manifiesto nuevamente su apoyo y compromiso con este tipo de causas. «Nos ayudan con todo el montaje de la pista y limpiando y purificando el aire. Además tenemos la academia, que con todo lo que está pasando necesitamos renovar el aire de los vestuarios y de la pista cerrada», cuenta Javier a OKDIARIO.
En lo que se refiere al impacto que ha tenido su carrera en la concepción del patinaje en España, el campeón confiesa que el hecho de que los niños le reconozcan es «muy importante». «Necesitamos aceptar que los deportes son para todos y no hay que tener ninguna etiqueta. Antes se podía pensar que el patinaje era solo para chicas, ahora ya no, es para ambos», explica con satisfacción a la vez que desea que alguno de los niños y niñas que «ya muestran su talento y sus ganas» puedan convertirse en el nuevo Javier Fernández.