Isco, titular por castigo

El Real Madrid se medirá al Melilla en un encuentro que tendrá como novedad la titularidad de Isco. El jugador del conjunto blanco se ha abonado al banquillo desde la llegada de Solari, pero en el partido copero de este jueves será de la partida. Será por tanto la primera vez que el malagueño dispute el encuentro desde el comienzo desde que el argentino desembarcase en el banquillo madridista, pues en los anteriores siete partidos no apareció en el once inicial.

El mediocentro madridista volverá a saltar de inicio al terreno de juego. Algo que es novedoso, pues con Solari ha visto como su presencia en el verde se ha reducido de forma considerable. Ha pasado de ser un fijo para Lopetegui a ser un suplente habitual con el ex entrenador del filial madridista. La falta de minutos del malagueño desde la llegada del nuevo entrenador ha provocado que la relación entre ambos no sea nada buena.

Tras la operación de apendicitis, regresó antes del Clásico y en el encuentro ante los azulgranas quedó señalado. Tras quedarse en casa en el duelo de ida ante el Melilla, se esperaba que Isco tuviese sus primeros minutos en el siguiente encuentro, ante el Valladolid, y así fue, aunque la más de media hora que jugó no debió convencer a Solari, que no ha vuelto a tenerle sobre el campo tanto tiempo desde entonces.

Se plantea marcharse del Madrid

Lejos de su mejor rendimiento, el jugador pasa por uno de los momentos más delicados desde que llegó al Real Madrid. Sus pocas oportunidades con el nuevo técnico le han llevado a plantearse su continuidad en el conjunto madridista a partir del mes de enero, hasta el punto de que si recibe una oferta del Manchester City valoraría las posibilidades de emprender una nueva aventura en su carrera.

Su bajo rendimiento en el terreno de juego ha provocado que el Bernabéu empiece a cansarse de los altibajos del malagueño. En el último partido disputado en casa por el conjunto madridista, en el que saltó al terreno de juego en los últimos 10 minutos, la afición le recibió con una tímida pitada, que podría repetirse ante el Melilla a la que se cante su nombre por megafonía.