Rectificó con la roja, pero no con el penalti

Hernández Hernández lo vuelve a hacer: se inventó un penalti a favor del Barça y ¡el Var no le dejó expulsar a Gayá!

El Fútbol Club Barcelona se benefició de la actuación de Hernández Hernández para empatar a un gol en el partido ante el Valencia. El colegiado canario se inventó un penalti de Gayá a Griezmann y ni el VAR le hizo cambiar de opinión. Messi falló en primera instancia, pero en el rechace anotó el 1-1

penalti barcelona valencia
El incomprensible penalti que Hernández Hernández pitó a favor del Barcelona ante el Valencia.

Rocambolesca situación vivida en el Camp Nou entre Barcelona y Valencia, que acabó con penalti –inexistente– de Gayá sobre Griezmann, fallo en el lanzamiento de Messi… y gol posterior del ’10’ para igualar a Pelé como máximo goleador histórico en un mismo club. El astro argentino fue protagonista en la acción, pero no el principal, ya que Hernández Hernández y el VAR tuvieron su cuota al señalar una infracción inexistente de Gayá, que una vez revisada desde la sala VOR sólo se vio rectificada en la tarjeta roja señalada en primera instancia por el colegiado canario.

Gayá pierde la posición con Griezmann, al que toca de forma muy, muy leve en la espalda. El francés nota el mínimo contacto y se tira al suelo, provocando que Hernández Hernández picara y pitara penalti. A la falta dentro del área se le sumó la tarjeta roja al internacional español, se entiende que por evitar una ocasión manifiesta de gol.

La confusión era total y la indignación en el Valencia, también. El VAR, que revisaba la jugada, hacía acto de presencia entonces para llamar a Hernández Hernández al monitor. Las imágenes no dejan constancia de ninguna infracción pero el árbitro, fijo en su pensamiento inicial, mantuvo el penalti y lo único que hizo fue quitarle la roja a Gayá, sustituida por una cartulina amarilla. Cabe recordar que la expulsión directa –también el penalti– es uno de los supuestos susceptibles de intervención desde la sala VOR.

Penalti, fallo y gol

La situación era de locos y las críticas hacia el arbitraje se multiplicaban en las redes sociales antes de que Messi iniciara una carrera que iba a acabar con el fallo del penalti, también por mérito de Jaume Domenech. El rechace, sin embargo, caía en los pies de Jordi Alba que, disparaba con la suerte de que, tras un toque en un defensor, el balón se convertiría en una asistencia franca para que Leo, a la segunda y esta vez sin oposición, empujara a las redes su gol 643 con la camiseta del Fútbol Club Barcelona.

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