Griezmann se cae de las quinielas al Balón de Oro tras dos meses de sequía en Liga

El Atlético de Madrid se encuentra prácticamente fuera de la lucha por la Liga a falta de más de la mitad del campeonato, y uno de los motivos de este déficit en comparación al líder, el Real Madrid, se puede explicar por la sequía goleadora de su principal estrella, Antoine Griezmann, que, con un nuevo cero frente al Espanyol suma ya dos meses sin marcar en competición doméstica, un lastre demasiado pesado para el equipo rojiblanco.

En las últimas seis jornadas del campeonato liguero, el Atlético se ha quedado sin marcar hasta en cuatro ocasiones, provocando que su posición en la clasificación pueda bajar incluso de los puestos de clasificación para la Champions League al término de la presente jornada.

Cuando los colchoneros no encuentran el gol, todas las miradas recaen en la figura de Griezmann, que no está pudiendo solucionar los problemas de su equipo en los últimos tiempos, pero tampoco ha conseguido anotar en los tres últimos triunfos, en los que ninguno de los catorce goles que celebraron los rojiblancos llevó la firma de su número 7. Se dice pronto.

En Champions, Griezmann sí ha podido acudir al rescate del Atlético con tres tantos en los dos últimos partidos, y la consecuencia es que el equipo está clasificado como primero de grupo y con pleno de victorias antes de la disputa de la última jornada.

Simeone reconoció en la rueda de prensa posterior al encuentro frente al Espanyol que no está preocupado por la sequía liguera de Antoine, pero lo cierto es que, a pocas semanas de conocerse el ganador del Balón de Oro 2016, Griezmann –que ha sido candidato firme en los últimos meses– ha desaparecido de las quinielas e incluso podría caerse del podio final del premio.

Fallón y sin confianza, la versión resolutiva de Griezmann es necesaria para un Atlético que ha mejorado en su juego en ataque pero que no encuentra puerta con facilidad. Con Gameiro aún adaptándose, su compañero en la delantera de Francia deberá ponerse las pilas para volver a anotar y así, a base de goles, agarrarse al último tren que lleva opciones para hacerse con el Balón de Oro. Sus nueve goles en 18 encuentros en lo que va de temporada no parecen suficientes.