Masters de Augusta

El golf se impone a los petrodólares

John Ram
Jon Rahm, durante la última jornada del Masters. (AFP)
Ignacio Sánchez

La 87ª edición del Masters de Augusta contaba con un morbo especial. El primer ‘major’ de la temporada contaba con 18 jugadores procedentes del LIV, el nuevo circuito creado a base de millones y más millones alejados de los focos, pero con el futuro de sus familias asegurado. No obstante, Jon Rahm, un nostálgico de este deporte y que se ha negado por activa y por pasiva de cambiarse al bando de los petrodólares, se encargó de mandar un mensaje a los ‘desertores’ que han fraccionado el golf en dos hemisferios.

Porque el golf, desde el pasado año, quedó dividido en dos. Los que decidieron abandonar la historia para llenarse los bolsillos de dinero frente a los que se quedaron del lado de los Jack Niclaus, Arnold Palmer, Severiano Ballesteros o Tiger Woods. El León de Barrika era uno de ellos, que sacó sus garras y no cedió ante el estandarte del LIV Golf, Brooks Koepka. 

El americano, ganador de cuatro ‘majors’ representaba a ellos, a los ‘desertores’, a los que se fueron. Trató de dar al circuito saudí su primer gran título. La chaqueta verde ya estaba en su palmarés, pero quería otra más. En 2019 se la enfundó, pero Jon Rahm no jugaba por él mismo, sino por todos los que se habían quedado del lado del golf.

Y es que el español tuvo en 2022 ofertas más que mareantes para cambiarse de bando. Nada más y nada menos que 400 millones de euros para convencerle, pero eso no era lo más importante para el bueno de Jon. El de Barrika dignificó el pasado año a la perfección esta profesión con unas declaraciones para enseñar en las escuelas: «Nunca he jugado al golf por dinero, juego por amor al juego y por competir contra los mejores del mundo. Siempre he estado interesado en la historia y el legado del deporte y el PGA Tour es precisamente eso».

«He crecido oyendo historias de Seve y esos grandes jugadores. Obvio que la estabilidad financiera es importante, pero las historias de las grandes victorias son mucho más que dinero», decía en 2022 cuando se hablaba de la oferta que recibió de Arabia.

Y el golf ganó

Brooks Koepka lo intentó. Estuvo en lo más alto de la clasificación durante toda la semana, pero Jon Rahm se mantuvo fuerte, constante y confiado por obtener su primera chaqueta verde. Irse del circuito americano se notó en el momento clave. La falta de competitividad hizo mella en el americano, que sumó varios bogeys en la jornada decisiva. El mayor exponente del LIV Golf mostró una versión muy alejada de lo mostrado en los tres primeros días. Y ‘Rahmbo’ no lo desaprovechó.

En 2022 comenzó este nuevo circuito saudí creado desde los petrodólares. Considerada la nueva era, al igual que el fútbol o el pádel, el golf también cedió ante los multimillonarios. Se produjo una gran crítica y controversia sobre los que se marcharon, pero esto es así y muchos decidieron asegurar el futuro de sus familias. Jon Rahm mostró al mundo que el dinero no lo es todo. El vasco siguió a sus principios básicos y el golf y Augusta National se la quiso devolver con su primera chaqueta verde.

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