TRAS EL BARCELONA-BETIS

Gil Manzano oculta en el acta las amenazas de Raphinha a su asistente y le salva de una gran sanción

El colegiado extremeño no puso nada de los insultos que el futbolista brasileño dijo contra uno de sus asistentes

El Barça pinchó ante el Betis y dejó todavía viva la Liga

El Barcelona vuelve a ser mortal en Liga

Gil Manzano, Raphinha
Gil Manzano y Raphinha. (EP)

Jesús Gil Manzano, árbitro del Barcelona-Betis, ocultó en el acta las amenazas de Raphinha a uno de sus asistentes a la finalización de ese encuentro de la 30ª jornada de Liga. El colegiado extremeño no puso nada de los insultos que el futbolista brasileño profirió contra uno de sus asistentes, que lo escuchó todo al estar prácticamente al lado.

Tras acabar el partido en Montjuic, un duelo en el que el Barça pinchó (empate, 1-1) y desaprovechó la oportunidad de irse a una distancia de seis puntos del Real Madrid, Raphinha se volvió loco contra el asistente. Tanto que tuvo que ser separado por Flick y por Ter Stegen, llegando incluso a empujar al portero alemán.

Raphinha, que saltó al terreno de juego en la segunda parte (fue suplente), acabó el partido muy cabreado con la actuación arbitral. Razones no tenía muchas, ya que no hubo ninguna polémica arbitral, ni a favor ni en contra, pero el jugador brasileño la tomó con Gil Manzano y su asistente.

Así, Raphinha se fue directamente a por el linier, al que amenazó e insultó a pocos metros de distancia. El jugador del Barcelona estaba indignado con los colegiados e incluso llegó a lanzar un balón en forma de rabia. Tras ello, tuvo que ser tranquilizado por Robert Lewandowski, que le pidió que se fuera a vestuarios.

Sin embargo, Raphinha no le hizo caso y siguió en el césped protestando a los árbitros. El cabreo siguió e incluso tuvo que salir Hansi Flick a pararle con gestos de preocupación. El entrenador alemán después explicó en rueda de prensa que el futbolista «estaba enfadado conmigo» y que las quejas «no eran para el árbitro», algo que lógicamente no era así. «Me estaba gritando», soltó Flick. Raphinha gritaba, sí, pero al árbitro y su asistente.

El momento de más tensión se produjo cuando Raphinha ya se dirigía a vestuarios. A la entrada al túnel, Ter Stegen, primer capitán del Barcelona y que sigue lesionado, esperaba a los jugadores para saludarles. El alemán intentó calmar a Raphinha, que se revolvió hasta con su compañero, al que empujó. El portero, lejos de achantarse, se lo devolvió con mucha más fuerza y le metió en los vestuarios, evitando que la cosa fuera a más.

Todo ello se produjo delante de unos de los asistentes de Gil Manzano, que, sin embargo, minutos después no escribió nada en el acta sobre la actitud de Raphinha. La omisión de estas amenazas y comportamiento del brasileño le salvan de una sanción importante, ya que si no está en el acta es, en términos prácticos, como si no hubiera existido.

El Barcelona empató ante el Betis este sábado en el Olímpico de Montjuic y desperdició la oportunidad de dejar la Liga prácticamente sentenciada. Tras la derrota del Real Madrid ante el Valencia en el Bernabéu, si los culés hubiesen ganado al Betis se hubieran puesto seis puntos por encima del conjunto de Ancelotti. Pero empataron ante un buen Betis que aguantó en Barcelona y, por tanto, la Liga sigue muy viva.

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