De Gea: sueño y pesadilla en Skopje

David de Gea volverá a medirse al Real Madrid, seis temporadas después. El portero del Manchester United tendrá enfrente a un equipo ante el que no le ha ido precisamente bien. Y es que el Madrid es la bestia negra de De Gea. El internacional español, durante su etapa guardando la portería del Atlético de Madrid, se midió en cinco ocasiones al conjunto blanco y siempre encajó y perdió.

En esta ocasión la situación es bien distinta a lo acontecido entre 2009 y 2011. El martes, en Macedonia, De Gea se mide a los blancos con el objetivo de privarles del supercampeonato de Europa, o lo que es lo mismo, con la meta de llevarse para Manchester un nuevo título. Un título con un sabor especial, sería la primera victoria del meta ante su peor pesadilla.

Pero el escenario podría ser totalmente distinto. El cancerbero podría haber sido quien defendiera la meta madridista en Skopje. Sin embargo, la predilección dispuesta desde hace años atrás de la directiva blanca por el portero, no se llegó a confirmar con su fichaje. Allá por 2015, con Rafa Benítez estrenándose en el banquillo, la llegada tardía del fax hacía que el ex del Atlético no pudiera vestirse de blanco.

Dos veranos después, el conjunto madridista parecía tenerlo todo hecho para abordar la incorporación del meta. Sin embargo, el elevado coste del traspaso y el gran final de temporada de Keylor hacían que desde el Bernabéu se decidiera finalmente no traerle. Su sueño se truncaba nuevamente, como cada vez que el conjunto blanco se ha interpuesto en el camino de De Gea.

En el Filip II Arena de Skopje el conjunto blanco vuelve a entrometerse en su vida. Esta vez será el escollo que le separe de la Supercopa. El sueño de De Gea de levantar títulos con los red devils se puede ver entorpecido por el Real Madrid, como cada vez que a lo largo de su carrera el conjunto blanco se ha puesto en medio. Cinco derrotas en cinco partidos, un fichaje frustrado y ahora, en el horizonte, un título que, aunque no sea precisamente el más relevante, sin duda sería especial para el meta. Simplemente por el orgullo de vencer de una vez y reivindicarse ante todo lo que pudo ser y no fue.