CHAMPIONS / JORNADA 3

Una final en territorio hostil

El Atlético visita mañana el Jan Breydel, donde nunca ha ganado, obligado a puntuar

Felipe, con molestias musculares, baja de última hora en los rojiblancos

El equipo ha recuperado su autoestima tras la convincente victoria en Sevilla

Pitará el rumano Kovacs, un viejo conocido del equipo de Simeone

Atlético de Madrid
Los jugadores, celebrando el 0-2 de Morata en Sevilla
Tomeu Maura

Una final en un territorio hostil. El Brujas-Atlético de Madrid de mañana es un partido clave para los rojiblancos en su objetivo de superar la fase de grupos de la Champions. Su derrota en Alemania ante el Bayer, unida a los dos triunfos con los que los belgas llegan al choque, convierten el encuentro de este martes en absolutamente vital. Simeone no podrá contar con Felipe, con problemas musculares, pero el resto del equipo parece en condiciones. El Atlético nunca ha ganado en el campo de un Brujas que es una de sus verdaderas bestias negras europeas.

Será la cuarta visita rojiblanca al Jan Breydel. El saldo hasta ahora son dos derrotas y un empate. Los dos tropiezos costaron sendas eliminaciones: en 1978 en la Copa de Europa, en cuartos de final, y en 1992 en la Recopa, también en cuartos. El empate supuso perder la primera plaza del grupo de Champions y verse abocado a una eliminatoria de octavos de final ante la Juventus de Cristiano Ronaldo con el desolador resultado que aún todos recuerdan. De ahí que haga poca gracia este desplazamiento a territorio flamenco, y más teniendo  en cuenta que el Brujas llega al partido con dos victorias, la última muy contundente ante el Oporto en su estadio de Do Dragao.

Las cuentas son muy simples: si gana el Brujas se dispara con nueve puntos en la clasificación, a seis del Atlético y con sólo nueve ya por jugarse. El empate es más aceptable, aunque dependerá del resultado del Oporto-Bayer, y la victoria es por supuesto el marcador más deseable, ya que igualaría a los rojiblancos con los belgas y les volvería a dejar dependiendo de sí mismos para ser campeones de grupo, que es el objetivo marcado desde que se conoció el resultado del sorteo.

Pitará el rumano Istvan Kovacs, un viejo conocido del Atlético, al que pitó el año pasado en varias ocasiones: en la fase de grupos ante el Milan en el Metropolitano (0-1), en octavos de final ante el United en Old Trafford y repitió en Manchester ante el City en la ida de cuartos. Lo que no ha caído bien en el club es la designación de los alemanes Bastian Danker y Marco Fritz en el VAR, teniendo en cuenta que el resultado de este partido influirá en las aspiraciones del Bayer Leverkusen. El recuerdo de lo que sucedió en Alemania hace dos semanas, con el penalty no pitado en el área rival con 0-0 en el marcador, está aún muy fresco en el museo de los horrores rojiblanco.

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