Un error impropio de Simeone

Un error impropio de Simeone deja al Atlético sin un solo delantero centro para enfrentarse el domingo al Cádiz en el Metropolitano. Lesionados Memphis y Correa, el entrenador mantuvo en el campo a Morata en los últimos minutos de un partido que iba ganando 0-2, pese a que el delantero estaba muy caliente y ya había visto una tarjeta amarilla. El club intentará que el Comité deje sin efecto la segunda cartulina que vio el internacional español amparándose en que Chimy Ávila le pisó la tibia, pero existen pocas posibilidades. El Cholo tendrá que sacarse un conejo de la chistera, pero esta vez ha sido él quien se lo ha buscado.

A Simeone le ha faltado esta vez cintura en El Sadar, y no es habitual que eso suceda. Tras marcar Riquelme el 0-2 el partido quedó encarrilado, pero el enfrentamiento entre Morata y Chimy Ávila lo llevó a otro nivel. A los 84 minutos vio tarjeta amarilla el delantero centro rojiblanco y ese debió ser el momento en el que tuvo que abandonar el campo para que entrara el joven canterano Adrián Niño, que estaba esperando en el banquillo. El Cholo, sin embargo, optó por mantenerle y las consecuencias fueron nefastas porque Ávila le estaba buscando. Un minuto más tarde le pisó la tibia junto al banderín de córner y Álvaro se revolvió. Roja para el argentino, amarilla para el español. La segunda. A la calle en el minuto 85.

El Atlético acompañará su recurso con las imágenes que demuestran que el jugador de Osasuna le pisó deliberadamente con grave riesgo para su integridad física, pero las posibilidades de que el Comité deje sin efecto la reacción de Morata son casi nulas. No quedará otra que buscarle un sustituto el domingo.

Ahora mismo, en consecuencia, son nueve las bajas que sufre el Atlético de cara a su partido ante el Cádiz, salvo que en los dos próximos días se produzca alguna recuperación milagrosa que no se espera. Están fuera de combate Savic, Soyuncu, Reinildo, Barrios, De Paul, Lemar, Memphis, Correa y desde ayer Morata. Griezmann es el único delantero apto que le queda a Simeone, que deberá improvisar en una situación todavía más al límite, porque si acude a Riquelme, que es la opción más lógica, sólo tendrá en el banquillo para tirar de ellos a Galán y Azpilicueta. La situación es surrealista, pero en el caso de Morata esta vez sí que pudo haberse evitado.