Debacle del Atlético en Londres: segunda parte de pesadilla

Tras llegar con empate a cero al descanso el equipo se cayó en el segundo acto

El 1-0 del Arsenal llegó poco después de que Julián disparara al travesaño

El central brasileño Magalhaes destrozó al Atlético desde el balón parado

Atlético
Tomeu Maura

En un solo partido el Atlético ha tirado por los suelos toda la renta de goles que consiguió ante el Eintratch en el Metropolitano y se ha complicado seriamente su futuro en la Champions, tras su segunda derrota en tres jornadas. El Arsenal le ha destrozado en el Emirates en una segunda parte de pesadilla que comenzó con un disparo de Julián al travesaño con empate a cero y que acabó con Oblak recogiendo cuatro veces el balón de su red.

El Arsenal manejó el ritmo y el partido en el arranque, con Eze dominando el centro del campo y surtiendo de balones a Saka mientras el Emirates salivaba intuyendo que su equipo marcaría de un momento a otro. Y de hecho así estuvo a punto de suceder a los cuatro minutos en un disparo del propio Eze que rebotó en Hancko y se fue directo al travesaño. El rechace le cayó a Declan Rice, que remató fuera.

El Atlético se sintió aturdido, incapaz de dar respuestas y con Hancko impotente para cubrir su banda. Oblak se jugó el tipo a los 19 minutos para tapar un mano a mano de Saka tras un maravilloso pase de Zubimendi, en un instante del partido en el que parecía que la fragilidad rojiblanca iba a costarle muy cara. Sin embargo, poco a poco Koke fue tomando posiciones, Giménez marcó territorio y Hancko fue encontrando el antídoto para frenar la sangría gunner. Fue entonces cuando Giuliano, en un salto de fe, consiguió forzar a Raya a un saque de banda fuera de su portería. El Cholito sacó rápido, con el portero desplazado, y a Julián le faltó un palmo de puntería para marcar.

Esa jugada cambió el partido. No fue gol, pero obró el efecto de domesticar al Arsenal y aumentar la fe del Atlético. De ahí hasta el final no pasó nada cerca de Oblak y, aunque tampoco hubo un solo disparo rojiblanco entre los tres palos adversarios, lo cierto es que la primera parte acabó con mayor sensación de peligro forastera que doméstica. Toda una vuelta de tuerca teniendo en cuenta lo que había sucedido en el primer cuarto de hora.

El equipo no se dejó nada en el vestuario y volvió al campo dispuesto a dar un paso más. Nada más empezar Julián se dio la vuelta y soltó un disparo impresionante que se estrelló en el larguero, con David Raya batido. El Arsenal respondió con un punterazo de Gyokeres que sacó Oblak, pero el partido era rojiblanco, totalmente rojiblanco. Sin embargo, cuando mejor estaba, cuando nada parecía poder alterar su progresión, Declan Rice botó una falta lateral, Nico González se comió su marca y el brasileño Magalhaes cabeceó a placer al fondo de la portería.

Todo lo que pasó a partir de ahí pertenece al mundo onírico de las pesadillas. El Atlético trató de reaccionar y llegó un par de veces ante la meta inglesa, aunque sin ser capaz de rematar entre los tres palos, mostrando una esterilidad directamente opuesta a la fertilidad del Arsenal, que en sólo seis minutos, del 64 al 70, sometió a los rojiblancos a un castigo durísimo con un gol de Martinelli y un doblete de Gyokeres. Un 4-0 tremendo que devuelve a los de Simeone a la casilla de salida de la Champions y que le vuelve a situar en pleno ojo del huracán.

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