El dato premonitorio que invita al optimismo con la victoria de Fernando Alonso en Mónaco

Después de 75 años de historia si algo nos ha enseñado la Fórmula 1 es que de poco valen las cábalas. Lo que un día es blanco al siguiente es negro y viceversa. No hay ninguna certeza en las carreras y el equipo más débil de la parrilla en cuestión de meses se puede convertir en el más fuerte. Que se lo digan a McLaren. Eso es precisamente en lo que confía Fernando Alonso, que arrancó este Mundial de 2025 con el último coche y en Imola pudo llevarlo hasta la sexta posición.

El funcionamiento del paquete de mejoras que la escudería británica presentó en el Gran Premio de Emilia-Romaña ha sido más que positivo y con muy poco Alonso ha vuelto a ilusionar a todos sus aficionados, que ya están deseando que llegue el fin de semana y arranque la octava cita del campeonato en Mónaco. Si nos acogemos a estas cábalas que decimos, hay un precedente o, mejor dicho, una premonición que indica que el asturiano puede hasta ganar la carrera en el Principado.

Leerlo así suena fuerte, ya que como decimos Aston Martin comenzó el año inmerso en un mar de dudas y Alonso ni siquiera ha puntuado todavía en siete pruebas. Pero lo cierto es que hay dos pilotos que vivieron una situación muy similar a la que afectó al español en 2023 y que le impidió ganar la carrera en Mónaco y que dos años más tardes acabaron imponiéndose en el circuito callejero de Montecarlo.

Hablamos de Daniel Ricciardo, ya fuera de la F1, y Charles Leclerc. En 2016 el entonces piloto de Red Bull perdió sus opciones de ganar la carrera por una mala parada en boxes y se quedó a siete segundo de Lewis Hamilton. Dos años después, en 2018, se impuso por encima de Sebastian Vettel y el propio Hamilton.

Ricciardo y Leclerc enseñan el camino a Alonso

Lo mismo le pasó a Leclerc en 2022, pero en su caso cayó hasta la cuarta posición, por debajo del ganador Checo Pérez, su entonces compañero Carlos Sainz y Max Verstappen, que acabaría levantando el título aquel año. Eso sí, en 2024 logró una gran victoria e incluso se llegó a ilusionar con proclamarse campeón del mundo.

Alonso mira de reojo a esa premonición porque hace dos años, en 2023, también sufrió en sus propias carnes esa experiencia de que su equipo le impidiese ganar en Mónaco. Todo ocurrió en una carrera inolvidable pasada por agua. Cuando empezó a llover, la mayoría de pilotos se dirigieron a boxes para colocar neumáticos intermedios, pero Aston Martin se adelantó al acabarse agotado el primer stint y le puso gomas medias de seco.

Antes de ese momento era segundo a muy pocas décimas de Verstappen y de haber efectuado bien la parada habría salido por delante del holandés. Sin embargo, la elección de medios le condenó y tuvo que volver a entrar a boxes porque el monoplaza verde era imposible de pilotar con la acumulación de agua. Alonso acabó segundo a 27 segundos del Red Bull y perdió su oportunidad más grande de los últimos años de conseguir subirse al primer escalón del podio, pero… ¿Volverá a repetirse la premonición en 2025?