Atlético de Madrid 2-0 Rayo Vallecano

El crack es Correa

Dos goles del argentino acaban con la racha de cuatro derrotas consecutivas

El Atlético cierra la primera vuelta a años luz del liderato, pero al menos en posiciones Champions

La cruz volvió a ser Luis Suárez, que erró una ocasión muy clara y sigue en baja forma

El Rayo no presentó batalla en ningún momento y fue una víctima propiciatoria

Atlético Rayo
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

Dos goles de Ángel Correa acabaron con la peor racha de resultados de la era Simeone y le dieron al Atlético tres puntos que le permiten acabar la primera vuelta en posiciones Champions, aunque a 14 puntos de distancia del líder. El equipo necesitaba un resultado así y encontró en un inofensivo Rayo a la víctima propiciatoria perfecta para comenzar el año con una victoria (2-0) terapéutica con la que empezar a despertar de la pesadilla de un mes de diciembre demoledor.

Autor de tres goles en las dos primeras jornadas, devorado más tarde por la estela de Griezmann y Joao, Correa aprovechó la oportunidad para volver a demostrar la importancia que tiene en este equipo. El argentino carece del nombre de otros, pero es difícil ser más rentable que él. Sus dos goles le sitúan como segundo pichichi del Atlético, a sólo uno de los siete de Luis Suárez, y reivindican la necesidad de dotarle de mayor protagonismo en un momento en el que la efectividad es imprescindible.

Correa fue el protagonista de un partido que no arrancó con buenas sensaciones porque el Atlético pisó el césped sin confianza, pero que acabó con la grada entregada a un equipo que promete contrición en un enero en el que peleará por el primer título de la temporada y en el que está obligado a sobrevivir en una Copa del Rey que tiene que luchar por ganar para mitigar el duro golpe de una Liga que ya tiene perdida, pero en la que no puede bajar del cuarto puesto porque no clasificarse para la Champions sí que sería un golpe tremendo. Mucho trabajo por delante para Simeone y sus jugadores.

22 minutos tardó el partido en romper el letargo y generar la primera oportunidad, aunque no como consecuencia de un detalle de talento, sino más al bien al contrario, a causa de un error ajeno. Salveljich quiso apurar demasiado la salida de balón y Luis Suárez se lo robó, pero en el momento de la verdad el uruguayo quiso resolver ante Enzo Zidane con una vaselina que ni siquiera cogió portería.

No estuvo acertado el pistolero, que poco después al protestar un penalty inexistente se ganó una amarilla que le impedirá jugar la próxima semana en Villarreal, pero la primera ocasión sirvió como pistoletazo de salida para que el Atlético fuera a buscar la victoria con mayor convicción, con mucha más fe que la que había mostrado en un arranque de partido decepcionante.

Así, a los 28 minutos, De Paul tomó un balón junto al banderín de córner, tiró de ingenio para hacerse sitio y habilitó a Carrasco, que dentro del área mostró lo mejor de su repertorio para irse de su par con una maniobra de billar. Hermoso no acertó en el primer remate, pero el Rayo no estuvo hábil en el despeje y el rebote le cayó a Correa, que remató de primera bajo las piernas del portero.

El gol le sentó de maravilla a un equipo necesitado de estímulos positivos. El Atlético se sintió de nuevo fuerte y se fue directo a por el segundo gol. Lodi estuvo a punto de conseguirlo al borde del descanso, pero esta vez sí estuvo atento Zidane para abortar el disparo del brasileño en la ocasión que abrochó una primera parte en la que los rojiblancos fueron de menos a más.

Nada cambió tras el descanso porque el Atlético no se desconectó del partido en ningún momento y no tardó en encontrar la recompensa. A los 53 minutos Lemar abrió a la banda a Lodi, que metió el balón en el corazón del área y allí apareció de nuevo Correa para vulnerar el espacio en el que debería haber estado Luis Suárez y empujar al fondo de la red.

El 2-0 acabó definitivamente con el partido, que no se convirtió en una goleada porque el equipo no estuvo acertado en el remate final. Carrasco estrelló un balón en el poste, Lemar tiró una picadita fuera por poco, De Paul se encontró con Guardiola en un disparo que iba camino del gol y Correa estuvo cerca del hat-trick. La tarde tuvo solo un pero, la nueva jornada de sequía de Luis Suárez, que sigue muy lejos del nivel de la pasada temporada. El uruguayo no jugará la próxima semana en Villarreal, donde tampoco estará Giménez, que también vio su quinta tarjeta amarilla, aunque en medio queda el partido de Copa ante el Rayo Majadahonda que debería catapultar  a los rojiblancos a octavos de final.

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