Los cinco cambios que resucitaron a España

La consecución del quinto Europeo sub 21 en la historia de España ha condecorado a una generación merecedora de elogios por su efectividad, talento y garra. Sin embargo, todo pudo torcerse de forma irremediable nada más empezar. La selección comenzaba perdiendo ante Italia y quedaba con un pie fuera de las semifinales, pero Luis de la Fuente, arquitecto del éxito de este gran equipo, tomó los mandos con varias decisiones que marcaron el devenir del torneo… para resucitar a la campeona.

España jugó de ’10’… sin ‘9’

Posiblemente el cambio más importante en el cambio de la selección, y también el más difícil de tomar. El 3-1 en contra ante Italia obligaba a España a vencer los dos partidos restantes y sumar un número de goles que no se logró –a pesar de la victoria– con Bélgica.  Contra todo pronóstico pero con el sentido de su lado, Luis de la Fuente optó por mandar a Borja Mayoral, el ‘9’ titular de España, al banquillo para colocar al extremo Mikel Oyarzabal como referencia ofensiva. La manita contra Polonia sirvió para darle la razón al técnico y los brillantes triunfos frente a Francia y Alemania confirmaron la utilidad de la decisión de poner a Oyarzabal de ‘9’ y dejar a Mayoral como importante revulsivo. Fue la decisión maestra de De la Fuente. Una jugada definitiva en la pizarra que bien vale un título.

Marc Roca se hizo con el mando

Al igual que sucedió en 2013, España tuvo en su mediocentro al tapado dentro del cuadro de honor del torneo. Tal y como ocurrió entonces con Asier Illarramendi, Marc Roca se ha confirmado como un jugador con grandes aspiraciones desde el control, el pase y la colocación para ejercer de ancla en defensa. El Espanyol puede estar preocupado por la continuidad de su ‘5’ después de la consagración de Marc Roca en una posición en la que Zubeldia y Merino no supieron activar a España como lo hizo el centrocampista catalán.

Soltar al MVP Fabián

El bloque de España contaba con una calidad difícilmente comparable con el resto de selecciones del Europeo sub 21, pero si finalmente pudo levantar el trofeo que acredita al campeón fue porque suya era el arma de destrucción masiva del torneo. Fabián Ruiz comenzó casi formando un doble pivote con Zubeldia frente a Italia, para en el resto de partidos soltarse hacia arriba por orden de De la Fuente y resultados inmejorables. Dos goles de crack, una asistencia magistral en semis y el merecidísimo MVP. 

Mediapuntas al extremo

Comenzó España el torneo con dos jugadores contrastados como Carlos Soler y Mikel Oyarzabal en las bandas. Dos extremos a pierna natural que no funcionaron en el plan de España. De la Fuente buscaba control y mordiente y encontró la solución en dos mediapuntas, Olmo y Fornals, a los que colocó en bandas con Mikel como referencia. Ellos fueron apoyo para los centrocampistas y también para los delanteros tanto en faceta asistente como goleadora. Dos jugadores revalorizados en un nuevo cambio de éxito del cuerpo técnico.

Sivera, portero de campeonato

España destacó por su juego de ataque, pero la inclusión de Antonio Sivera en el once después de la derrota ante Italia resultó fundamental para las aspiraciones del equipo. Unai Simón falló en el duelo inaugural, y eso le dio una oportunidad al cancerbero del Alavés que no iba a desaprovechar. Salvador frente a Polonia y, sobre todo, ante Francia, Sivera fue el cerrojo que necesitaba una selección campeona.